Trillizos de alto rendimiento en español y matemáticas

Santa Rita, Copán

Los trillizos Diana María, Dulce María y Edwin Fernando Fuentes Villeda, de 16 años, no son solo tres jóvenes brillantes y colmados de talentos, son el fiel reflejo de la calidad de estudiantes que se están formando en Copán y Ocotepeque.

Los dos departamentos del occidente de Honduras se llevan los primeros lugares por tener los mejores puntajes y rendimiento académico en dos áreas particulares: matemáticas y español. ​

Esas dos asignaturas son la columna vertebral de la formación estudiantil, por ello el impacto de su aprendizaje ha venido siendo evaluado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y la Secretaría de Educación.

La más reciente investigación publicada en 2023, titulada “¿Cuánto se dejó de aprender durante la pandemia?”, que forma parte del Informe Nacional de Desempeño Académico en Español y Matemáticas de 2022, detalla los avances y retrocesos que hubo en el aprendizaje.

También representa la primera medición estandarizada de los aprendizajes luego del fin de esta enfermedad, y se orientó a conocer cuánto se dejó de aprender en este período crítico de toda la humanidad.

En esta evaluación, realizada por tercera vez en la historia de la educación hondureña, se incluyó una muestra nacional con representatividad para los 18 departamentos y los 298 municipios del país.

Se evaluaron los espacios curriculares de Español y Matemáticas, y participaron 72,424 estudiantes de 3,197 centros educativos, que cursaron tercero, quinto y octavo grado durante el año 2022.

Aunque los alumnos de Ocotepeque y Copán ponen a estos dos departamentos a la cabeza en la lista de los que mejor rendimiento alcanzaron en ambas asignaturas, los resultados de la primera evaluación pospandemia detallan que, en los grados evaluados (tercero, quinto y octavo) y en ambos espacios curriculares Español y Matemáticas a nivel general, los niveles de desempeño académico mostraron una baja acentuada.

Del total de estudiantes evaluados en los nueve grados de educación básica, y considerando los resultados combinados de los dos espacios curriculares, Matemáticas y Español, solamente un 30% alcanzan los niveles de desempeño deseados: “satisfactorio” y “avanzado”, mientras que el 70% restante se queda en los niveles “debe mejorar” e “insatisfactorio”.

En español se evaluó la comprensión lectora, vocabulario y tipos de texto. En matemáticas, operaciones como numeración, adición, sustracción, multiplicaciones, operación combinada, potenciación y radicación, múltiplos y divisores, así como geometría, medidas, álgebra, estadística y probabilidad, y todo lo que cada rama conlleva.

En esta investigación hay muchísimos hallazgos relevantes, pero comparando los niveles de aprendizaje mostrados por sus estudiantes durante la evaluación de 2022, agregando los resultados de ambas áreas curriculares, Español y Matemáticas, se destacan entre los primeros cinco lugares los departamentos de Ocotepeque, Copán, Valle, Comayagua y Olancho. Por el contrario, los departamentos que mostraron los menores niveles de aprendizaje fueron Atlántida, La Paz, Yoro, Lempira y, en último lugar, Gracias a Dios.

Dado que los resultados de los hallazgos de la investigación de la UPNFM han sido difundidos, en la Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium no solo profundizamos en ellos, también nos dimos a la tarea de ir más allá y preguntarnos ¿por qué en Ocotepeque y Copán los estudiantes tienen mejor rendimiento en español y matemáticas que en el resto del país?

La respuesta la encontramos de forma contundente en nuestra gira de dos días por ambos departamentos, y el desempeño de los trillizos Fuentes Villeda lo resume muy bien.

Diana María es la presidenta de su curso y recién fue electa en la primera votación electrónica de que se tenga registro en una institución pública de enseñanza. Es la estudiante más sobresaliente del colegio y ganó con 86% la presidencia del gobierno estudiantil. Además, ocupa el primer lugar en el cuadro de honor de su institución.

Su hermana Dulce María es igual de brillante. Por una mínima diferencia, ella está en el segundo lugar en el cuadro de honor del Instituto Superación Cashapa, donde estudian, en el municipio de Santa Rita, Copán. Este dúo, que en realidad es parte de un trío de hermanos, estudian juntas, ya que el varón eligió una carrera técnica en el Centro Técnico Hondureño Alemán de San Pedro Sula, donde se encontraba al momento de nuestra visita.

Ambas, que se turnan para hablar y se comunican con solo una mirada, contaron el amplio recorrido que tienen en materia de liderazgo y de derechos humanos y de la niñez, y su fascinación por participar en los concursos de olimpiadas de matemáticas, física y química, que en esta región del país se potencian dentro de las actividades extracurriculares y se vuelven tan habituales como aprender música o pintura.

Son tan desenvueltas para hablar que con una secuencia brillante se apropiaron del micrófono para dirigir la entrevista, en la que contaron paso a paso su carrera como líderes juveniles, la cual comenzó cuando apenas cursaban cuarto grado y asistieron a una capacitación sobre gobiernos estudiantiles realizada por la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden) en su aldea Sulay, en San Fernando, Ocotepeque.

Gracias a ese recorrido y la experiencia que adquirían por su liderazgo se unieron a un nuevo proyecto, participar en 2021 en la primera radionovela en pro de la infancia, titulada “Mis derechos”, la cual grabaron en plena pandemia. Posterior a eso integraron la segunda generación de Influencers 504, para fomentar el liderazgo positivo y justo, que no es aquel donde uno manda y los demás obedecen, sino que integra a todos por igual.

“Todo eso lo pudimos hacer en pandemia, para nosotros no representó un alto”, afirmó Dulce María, quien gracias a su destacada participación en Influencers 504 fue candidata al Congreso Nacional Infantil en 2021, donde resultó electa presidenta.

Con apenas 13 años, Dulce María, que pudo haber pedido dulces y piñatas para celebrar con sus compañeros el Día del Niño, razón por la cual se celebra el Congreso Infantil (de forma virtual ese año), pidió algo inusual para su edad: libros para su colegio. “Con mi hermana platicamos y decidimos pedir libros, pero no una literatura antigua, sino moderna”, afirmó Dulce María.

En complemento, Diana María dijo que para seleccionar los libros que querían hicieron una encuesta con sus compañeros del instituto Francisco Morazán, en San Fernando, Ocotepeque, y la mayoría de compañeros querían literatura romántica y psicológica, por lo que optaron por pedir obras como “Romeo y Julieta”, “El Principito”, entre otros.

Los trillizos tienen 16 años y son nacidos en lo que definieron como una de las aldeas más humildes y remotas de Ocotepeque. Son hijos del matrimonio conformado por Edwin Arnaldo y Rosmery. La familia la completa Luis Fernando, su hermano menor, que ya tiene 14 años.

Estos tres niños son el fruto del inmenso amor y la perseverancia de sus padres, quienes por 11 años buscaron tenerlos, hasta que el milagro se hizo y vinieron al mundo por partida triple justo el día del cumpleaños 37 de su papá, el 12 de noviembre de 2007. Pero su andar en el mundo del liderazgo juvenil, en el que han sobresalido dentro y fuera del país, no se queda ahí.

Los trillizos también son excelentes en matemáticas y español. Fue esa atracción nativa que tenían hacia los números y las letras que los hizo incursionar en las olimpiadas de matemáticas. Cuando ellas comenzaron a averiguar qué eran, porque querían participar, creían que se trataba de realizar operaciones numéricas comunes como sumas, restas, divisiones o ecuaciones. Para su sorpresa, el examen era otra cosa. Eran ejercicios de razonamiento, en la que debían poner en práctica sus habilidades y su lógica matemática. Como lo detallan: poner la mente a pensar.

Es así que estos trillizos con formación multidisciplinaria, que los ha llevado a trascender fuera de Honduras, incluso ante organismos como Naciones Unidas (caso de Diana), se encaminan rumbo a la universidad con la meta de no dejar las ciencias, pues las viven con esmero y pasión.