17/05/2024
08:49 PM

Comprar un carro usado es más caro y los nuevos tardan meses en llegar

El cierre de fábricas y la escasez de chips han generado una situación inédita en la industria, lo cual ha llevado a que no haya disponibilidad inmediata de automóviles de concesionarios.

SAN PEDRO SULA. Han sido un par de años difíciles para la industria automotriz mundial.

Como resultado del cierre de las fábricas y la escasez de chips o semiconductores, persisten interrupciones en la cadena de suministro, lo cual se traduce en un menor número de automóviles en los concesionarios y precios más altos para los clientes.

Antes de la pandemia, los clientes podían disponer de los carros lo antes posible, pero ahora es hasta imposible hacerse de un carro nuevo a corto plazo, y la situación parece que no se normalizará tan pronto como los especialistas habían previsto.

En el sector de los “pick-ups”, que son el modelo de carros más vendidos en Honduras, el promedio de espera ronda entre los nueve meses y un año. Incluso hay marcas que tardan 15 meses para que puedan traer el carro al país.

Datos

930,000 vehículos en todo el mundo han dejado de producirse en lo que va del año debido a los problemas de suministro de chips, que han afectado la industria.

En el caso de los sedanes, que tienen menos demanda, el tiempo de espera puede ser de más de un mes. El mismo escenario se repite en camiones y camionetas, y es prácticamente igual, sin importar el concesionario o el país.

Hace dos años, al inicio de la pandemia y ante la incertidumbre respecto a qué ocurriría, aunado al confinamiento que aplicaron la mayoría de los países, los distribuidores de carros frenaron los pedidos y por lo tanto las fábricas dejaron de producir.

Por otro lado, las fábricas bajaron su capacidad de producción. Esto llevó a que las ensambladoras de vehículos demandaran menos de las diferentes cadenas de suministros, tales como fabricantes de vidrios, arneses, llantas, partes eléctricas y otros.

“Tras varios meses encerrados y ante la baja en la demanda y en la producción de todos los artículos, la gente retomó sus actividades y volvió la demanda de vehículos, pero la sorpresa es que las fábricas no podían comenzar a cumplir ese volumen de pedidos que recibían de los diferentes distribuidores”, dijo Fernando Aguilar, presidente de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Vehículos Automotores y Afines (Ahdiva).

Ante ello, las fábricas comenzaron a pedir mayor suministro de partes a sus proveedores, pero estos no pudieron suplir a las fábricas y, por ende, tampoco pudieron cumplir a los distribuidores, y estos últimos, a la fecha, todavía no pueden suplir a cada uno de los clientes.

El 80% de la producción de chips o semiconductores se localiza en Asia.

Cada vez más, los carros llevan partes eléctricas y de electrónica. Hay ciertos suministros en los carros llamados semiconductores o chips, que son todas las partes electrónicas que ayudan al funcionamiento de los carros, y que durante la pandemia comenzaron a escasear.

“Empiezan a agotarse por una razón muy sencilla: ante la menor demanda de vehículos, disminuyeron los pedidos de partes eléctricas. Todas las industrias dejaron de producir chips para carros”, añadió Aguilar.

Sin embargo, al contrario de lo que estaba pasando con vehículos, los consumidores comenzaron a demandar más tabletas, celulares, computadoras, videojuegos y demás electrónica.

Empresas de tecnología como Sony o Dell, que fabrican este tipo de artículos tecnológicos, se van con las empresas de los semiconductores para que pasen esa cuota de chips de carros a los productos de electrónica.

Algunos clientes han decidido hacer apartados de carros en las concesionarias.

“Cuando inicia la efervescencia de que la gente desea comprar carros, los fabricantes de microchips ya se habían volcado a la parte de la electrónica o tecnología, y el mercado de las partes de carros vuelve a sufrir un revés, porque no se puede suplir de microchips. Es un problema que se tuvo en 2021 y todo lo que va de 2022, y por lo tanto la demanda de vehículos que existe es altísima; pero la capacidad instalada de las fábricas es muy poca por falta de partes”, agregó el presidente de la Ahdiva.

Como efecto de la elasticidad del mercado, que entre más demanda menos oferta, los precios incrementan, y eso justamente ha ocurrido en el mercado de los carros usados, y de igual forma en el poco carro nuevo disponible o por fabricarse.

Problema sigue

El fabricante japonés de vehículos Toyota anunció a principios de esta semana la suspensión de los trabajos en una de sus líneas nacionales al menos hasta abril por la escasez de chips, en lo que supone un nuevo golpe para su producción.

Una de las dos líneas de producción de su planta de Fujimatsu, en el centro del archipiélago, permanecerá parada entre el 22 y el 31 de marzo, dijo la empresa en un breve comunicado, en el que englobó la decisión entre los recientes y repetidos ajustes de producción por la escasez de componente por la pandemia.

El fabricante japonés ha visto su actividad muy impactada por los persistentes brotes epidémicos en países asiáticos y su consiguiente influencia en la cadena de suministro de componentes, en especial de semiconductores.

También en Estados Unidos la escasez de chips obligó a parar esta semana la producción de dos plantas de montaje de automóviles y además forzará a Ford a vender algunas unidades de uno de sus vehículos de más demanda, el SUV Explorer, sin controles de temperatura.

Por su parte, el fabricante Stellantis anunció que su planta de montaje, ubicada en las cercanías de Chicago y donde se produce el todocaminos SUV Jeep Cherokee, también tendrá que suspender su producción de nuevo por la falta de chips necesarios para su fabricación.

Se estima que en 2021 el sector del automóvil dejó de producir a nivel global 8.2 millones de vehículos por la escasez de chips y otros problemas logísticos. Este año, los fabricantes han anunciado que la situación mejorará de forma paulatina a medida avancen los meses.

Heriberto Hernández : “Incrementó el costo de carros usados”

Por causa de la pandemia del covid-19 bajó la producción de vehículos nuevos, lo cual ha generado que los carros de segunda mano sean más cotizados y también más caros.

¿Este efecto se siente en Honduras?

Sí, debido a estos factores el alza incluso en las subastas de Estados Unidos ha sido más o menos alrededor de un 40% por un vehículo usado y con golpe. Esto sumado a que también el flete marítimo ha incrementado en un 100%; es decir, de $500 a $1,000 de barco. La grúa por la que pagaba $300 ahora son $375 y hasta $400. Esto ha hecho que a nivel mundial, no solamente en Honduras, incrementen los costos de los vehículos usados, y en gran parte a la poca producción de vehículos nuevos.

¿Tarda más tiempo de los normal que lleguen las importaciones de vehículos usados?

Sí, están tardando más. Hay mucha demanda después de la pandemia de contenedores. Para esta área de Centroamérica, el contenedor es más cómodo, de hecho para el área de Europa ha incrementado 300% el flete marítimo. Aquí, debido a la pandemia, ha habido mucha escasez, y el vehículo que antes llegaba en 30 días ahora se tarda entre 60 y 70. Se ha incrementado el doble en cuanto a los tiempos de espera.

¿Qué está pasando en el mercado mundial de repuestos y accesorios? ¿También hay atrasos?

Atrasos sí, incremento en los fletes también, pero sí hay abastecimiento, no hemos tenido problemas. Tal y como ha aumentado el precio mundial de los carros, el flete marítimo de China, de donde viene la mayoría de repuestos y accesorios, ha reportado un alza en los precios de hasta un 20 y 25% en una pieza. Aunque más allá del incremento de precios, no hay escasez.

* Presidente de la Asociación de Vendedores de Vehículos, Repuestos y Accesorios (AVVRA).