De Rita Hayworth en los 40, a Angelina Jolie en los 90, a Scarlett Johansson tras el cambio de milenio, a Kim Kardashian en este avanzado siglo XXI –igual de cambalache, problemático y febril que el anterior–, los labios gruesos son una marca indiscutible de sensualidad.
Poca cosas atraen al macho de esta especie tanto como una boca roja. Inclusive, muchas veces, ligeramente desproporcionada. No por nada el colágeno y la silicona líquida fueron moda en materia de rellenos dérmicos, llevando a toda una generación de mujeres a la frontera de la caricatura.
Según un estudio de la Universidad de Louisville –el profesor Michael Cunningham viene trabajando en este tema desde mediados de la década del 80– los labios son clave en el juego de seducción. Cuanto más voluminosos, más sugieren una sexualidad activa y más sugieren receptividad.
Los labios son, instintivamente, la parte de la cara femenina donde la mirada del hombre pasa más tiempo. Hace cinco años, la Universidad de Manchester hizo un estudio utilizando un software capaz de seguir el rastro de la mirada masculina durante el primer encuentro con el rostro de una mujer. El resultado fue terminante: de los primeros diez segundos, los hombres pasan alrededor de siete enfocados en la boca –sobre todo si hay maquillaje de por medio–, mientras que dedican menos de un segundo a los ojos.
Pero eso no es todo. Las mujeres con labios carnosos tendrían además una mayor predisposición para el orgasmo. Eso, al menos, dice la ciencia.
Labios y orgasmos
Un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine –lleva la firma del doctor Stuart Brody, especialista en sexualidad de la Universidad de Paisley, en Escocia, que ha analizado durante años los diferentes marcadores relacionados al orgasmo vaginal– afirma que las mujeres de labios carnosos tienen mayor capacidad orgásmica.
Un punto en la línea media del labio superior, según Brody, afecta los circuitos neuronales relacionados con el placer y su presencia permitiría, inclusive, predecir el comportamiento sexual futuro de una mujer, una idea que ha generado controversia, dado que se presta a una interpretación sexista.
En los resultados del estudio clínico se destaca además que los mejores orgasmos llegan a aquellas que tienen este tipo de labios naturalmente, pero que una aplicación de botox modificaría el rendimiento sexual.