18/05/2024
06:37 AM

Dinero, dinero y dinero

Alfredo Haces

Hay personas trastornadas y paranoicas por obtener dinero de la manera que sea. Se duermen pensando en dinero, sueñan, se despiertan y todo el día pasan pensando solamente en cómo tener dinero. Sabemos que el dinero es básico para poder satisfacer cualquier tipo de necesidad del ser humano desde la remota historia hasta la actualidad y desde un poderoso dólar hasta el lempira devaluado.

Hay un decir popular generalizado que no tiene discusión desde las más grandes metrópolis hasta los más recónditos e inhóspitos lugares. “Cuánto tienes, cuánto vales”, frase de Francisco Quevedo, “poderoso caballero es don dinero” y tantos más de estos díceres. Pero el sabio pensamiento bíblico: 1 Timoteo 6:10 reza “porque la raíz de todos los males es el amor al dinero”.

Llegando a una conclusión que lo necesitamos, que hay que saberlo obtener, como el digno y bendito dinero que se gana honradamente a través de cuales sean las actividades. Como el salario que devenga un empleado en la ciudad o en el campo.

Hay personas que son de poder económico, porque lo han logrado a través del trabajo, y ese capital es benigno, contrario los que son millonarios y que han obtenido grandes capitales a través de la corrupción en sus diferentes marañas. Entre los casos más típicos, los privilegiados empleados gubernamentales. En especial en los tres poderes del Estado. Con pingües e inflados salarios y todo tipo de beneficios, pero han sido de los que entre más tienen, más quieren, irrespetando al pueblo. Uno de los últimos palpables y declarados malos ejemplos de que la “avaricia rompe el saco”, el expresidente Juan Orlando Hernández Alvarado, un “bendecido” y privilegiado político que ocupó diferentes prestigiados cargos hasta llegar a ser la máxima autoridad de un país llamado Honduras.