Jeremy Meeks, conocido como el preso más guapo del mundo, ha rehecho su vida tras cumplir una sentencia de 37 meses en la cárcel y se ha convertido en uno de los modelos más cotizados en los Estados Unidos.
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Meeks alcanzó la fama cuando la foto de su ficha criminal se viralizó en las redes sociales tras ser publicada en la cuenta de Facebook del Departamento de Policía de Stockton, California, en 2014. Tres años después, la fama le ha pagado con creces al ahora modelo que muestra sus logros en su cuenta de Instagram, como la mansión en la que ahora reside junto a su familia o su nuevo auto de 125,000 dólares.
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La agencia White Cross Management comenzó a representar a Meeks, aún estando dentro de la cárcel. El ahora modelo fue acusado por portación ilegal de armas en junio de 2014, pero durante más de diez años no paró de pasar por los tribunales por distintas causa, incluso pasó dos años en la cárcel por robo a mano armada.
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Desde que salió de prisión, Meeks ha firmado varios contratos e incluso es el rostro de los productos del equipo de la NBA Golden State Warriors.
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El exconvicto se ha convertido en una estrella de Instagram, donde suma más de 650.000 seguidores.
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Su mirada penetrante, labios carnosos y el tatuaje de una lágrima bajo el ojo izquierdo le valieron para triunfar en las redes sociales.
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El modelo también presumió su mansión que incluso tiene una fuente de agua en su patio.
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'Nunca me imaginé que el mundo me reconocería por mi apariencia, así que me siento extremadamente bendecido y muy agradecido', ha dicho Meeks sobre su inesperada fama.
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Meeks celebró recientemente su octavo aniversario de casado con su esposa Melisa.
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Foto: La Prensa
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La pareja tiene 3 hijos, el menor tiene 7 años y es una mini copia de su padre.