20/12/2024
12:38 AM

El Papa estudia con el G8 la reforma de la curia romana

El encuentro contó con la presencia del cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez, que coordina el grupo de los ocho cardenales.

Ciudad de Vaticano. El Papa se reunió ayer por segunda vez con los ocho cardenales que lo asesoran en la reforma de la curia romana, el llamado G8 del Vaticano, quienes deben ayudarlo a revisar la Constitución Apostólica de 1988 tras años de escándalos y críticas contra la maquinaria del gobierno central de la Iglesia Católica.

Los cardenales celebran sus reuniones a puerta cerrada con Francisco en su estudio de la Casa Santa Marta, dentro del Vaticano, donde comenzaron a estudiar la posibilidad de fusionar numerosos dicasterios y congregaciones, como se llaman los casi 20 ministerios de la Santa Sede, precisó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.

El religioso advirtió a la prensa que no se espere decisiones espectaculares a corto plazo porque Francisco, respetando su estilo de gestión, no tomará decisiones precipitadamente. “No se prevé una conclusión de las labores a corto plazo. En febrero se celebrará otra ronda de reuniones”, precisó Lombardi.

Los cardenales del G8 están convencidos de que una reforma del gobierno central de la Iglesia requiere “una reflexión profunda”, recalcó.

“No se van a limitar a hacer retoques y cambios marginales, sino que van a trabajar en una Constitución con novedades consistentes, en definitiva, en una nueva Constitución”, adelantó el vocero papal.

La Constitución Pastor Bonus fue adoptada por Juan Pablo II en 1988 y reglamenta específicamente la curia romana.

Encuentro

Por tres días, hasta mañana, los purpurados, designados por Francisco un mes después de su elección analizarán con el Papa la situación de las entidades de la curia. Se comenzó por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, indicó el vocero papal.

Según los expertos en asuntos del Vaticano, además de fusionar esos ministerios y reducir la burocracia, se estudia la posibilidad de redimensionar el poder de la Secretaría de Estado, que se había convertido en un papado en la sombra, blanco de intrigas.

Igualmente se examina la posibilidad de invitar a una parte del personal interno a trabajar en las parroquias, donde se necesitan religiosos, para cumplir el principio del Papa de una Iglesia “al servicio” de los otros y no al servicio de “su poder central”.

Revisión

Antes de iniciar en octubre sus labores, los cardenales tuvieron que examinar al menos 80 propuestas de reforma enviadas por las iglesias locales y observadores, según el principio de una Iglesia menos vertical, más democrática, abierta y también menos europeocentrista, como propugna el nuevo pontífice.

El grupo, formado por purpurados de los cinco continentes, está coordinado por una de las mayores personalidades de la Iglesia latinoamericana, el hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa.

La Iglesia “es demasiado vaticanocentrista”, reconoció el Papa en esa entrevista al criticar una institución que “observa y protege los intereses del Vaticano, que son en buena parte intereses temporales”, dijo. AFP