El Paso, Texas, Estados Unidos.
La líder demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, reconoció ayer que una reforma inmigratoria integral tiene escasas esperanzas de ser aprobada este año.
La legisladora por California, quien visitó durante el fin de semana las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en Brownsville (Texas), donde se alojan niños no acompañados por adultos, afirmó que en días pasados sentía un mayor optimismo al respecto, pero que el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, ha dado pocas esperanzas.
“Hace unos días habría sido más optimista sobre la reforma migratoria”, afirmó. “Todavía está el mes de julio y una vez más, la opinión pública lo es todo”.
Durante su visita a la zona fronteriza, Pelosi destacó la necesidad de tratar a los grupos de familias inmigrantes y menores de edad con el respeto que se merecen.
“Lo que acabamos de ver fue tan impresionante... Si ustedes creen, como nosotros, que cada niño, cada persona, tiene una chispa de la divinidad en ellos y por lo tanto es digna de respeto, lo que vimos en esas habitaciones era deslumbrante, un conjunto brillante de los hijos de Dios, digno de respeto”.
El legislador demócrata Luis Gutiérrez también considera que los esfuerzos legislativos en la materia han muerto para lo que queda del año, dado que apenas quedan unos días para el receso del 4 de julio y no hay posibilidades de aprobarla más adelante debido a la cercanía de las elecciones legislativas de noviembre.
La Casa Blanca ha evitado confirmar el fracaso de la legislación, pero ha dicho que comparte la “frustración” de Gutiérrez.
Presión por la reforma
Activistas de Estados Unidos celebraron ayer un “día nacional para dejar de separar a las familias”, una jornada de acción civil que recorrió 36 ciudades en 24 estados con la que buscan presionar al Congreso y la Casa Blanca mientras crecen las voces en Washington que dan la reforma migratoria por muerta.
“Hoy (ayer) marca el día en el que básicamente nos damos por vencidos (respecto a las opciones de la reforma migratoria) porque el liderazgo republicano ha indicado que no tiene valentía ni intención de impulsarla”, dijo Kica Matos, portavoz de la coalición Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (Firm).
Un año después de la aprobación del proyecto de reforma en el Senado y por la inacción en la Cámara de Representantes, Firm organizó una jornada para marcar el 28 de junio como la fecha límite que la coalición había puesto a los congresistas para que actuaran en esa legislación, con lemas como “Obama, pedimos que detenga las deportaciones YA” y “Dejen de separar familias”.
Los activistas que se manifestaron ayer también consideran “responsable” en parte de la “crisis” migratoria en el país al presidente Obama, bautizado por algunos grupos pro inmigrantes como el “deportador en jefe” por el récord en deportaciones durante su mandato, con más de dos millones.
La líder demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, reconoció ayer que una reforma inmigratoria integral tiene escasas esperanzas de ser aprobada este año.
La legisladora por California, quien visitó durante el fin de semana las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en Brownsville (Texas), donde se alojan niños no acompañados por adultos, afirmó que en días pasados sentía un mayor optimismo al respecto, pero que el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, ha dado pocas esperanzas.
“Hace unos días habría sido más optimista sobre la reforma migratoria”, afirmó. “Todavía está el mes de julio y una vez más, la opinión pública lo es todo”.
Durante su visita a la zona fronteriza, Pelosi destacó la necesidad de tratar a los grupos de familias inmigrantes y menores de edad con el respeto que se merecen.
“Lo que acabamos de ver fue tan impresionante... Si ustedes creen, como nosotros, que cada niño, cada persona, tiene una chispa de la divinidad en ellos y por lo tanto es digna de respeto, lo que vimos en esas habitaciones era deslumbrante, un conjunto brillante de los hijos de Dios, digno de respeto”.
El legislador demócrata Luis Gutiérrez también considera que los esfuerzos legislativos en la materia han muerto para lo que queda del año, dado que apenas quedan unos días para el receso del 4 de julio y no hay posibilidades de aprobarla más adelante debido a la cercanía de las elecciones legislativas de noviembre.
La Casa Blanca ha evitado confirmar el fracaso de la legislación, pero ha dicho que comparte la “frustración” de Gutiérrez.
Presión por la reforma
Activistas de Estados Unidos celebraron ayer un “día nacional para dejar de separar a las familias”, una jornada de acción civil que recorrió 36 ciudades en 24 estados con la que buscan presionar al Congreso y la Casa Blanca mientras crecen las voces en Washington que dan la reforma migratoria por muerta.
“Hoy (ayer) marca el día en el que básicamente nos damos por vencidos (respecto a las opciones de la reforma migratoria) porque el liderazgo republicano ha indicado que no tiene valentía ni intención de impulsarla”, dijo Kica Matos, portavoz de la coalición Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (Firm).
Un año después de la aprobación del proyecto de reforma en el Senado y por la inacción en la Cámara de Representantes, Firm organizó una jornada para marcar el 28 de junio como la fecha límite que la coalición había puesto a los congresistas para que actuaran en esa legislación, con lemas como “Obama, pedimos que detenga las deportaciones YA” y “Dejen de separar familias”.
Los activistas que se manifestaron ayer también consideran “responsable” en parte de la “crisis” migratoria en el país al presidente Obama, bautizado por algunos grupos pro inmigrantes como el “deportador en jefe” por el récord en deportaciones durante su mandato, con más de dos millones.