Hillary Clinton, ex secretaria de Estado de Estados Unidos, presentó hoy sus memorias 'Hard choices' (Decisiones difíciles), en la cual alaba y critíca a varios gobernantes de Latinoamérica.
Clinton dedicó un capítulo completo de sus memorias a sus experiencias con América Latina, aunque el grueso de la narrativa se concentró en la cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2009 en Honduras, que abrió las puertas para el retorno de Cuba a la entidad.
En su libro, Clinton habla de “demagogos” como el fallecido presidente venezolano o el derrocado hondureño Manuel Zelaya, una “reminiscencia a la caricatura del hombre fuerte centroamericano, con su sombrero de cowboy blanco, su bigote negro azabache y su cariño por Hugo Chávez y Fidel Castro”.
También hace reseña especialmente en los acontecimientos que siguieron al golpe de Estado que acabó con Zelaya, y a los esfuerzos conjuntos en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realizaron para superar la crisis. Pero subraya, citando al mediador propuesto por ella misma, el ex presidente costarricense Óscar Arias, que fue un esfuerzo que se hizo “por principios” y por el miedo a que el golpe en Honduras tuviera un “efecto dominó” en América Latina, no por simpatía hacia el derrocado gobernante.
En general, el capítulo latinoamericano de las memorias de Clinton tiene como eje central la convicción de que Estados Unidos precisa dejar atrás la idea de la región como 'la tierra de los golpes militares y el crimen'.
Su petición a Obama
Cuando se aproximaba el fin de sus funciones como Secretaria de Estado, Hillary Clinton pidió al presidente Barack Obama una 'nueva mirada' sobre el bloqueo a Cuba, según narró en sus memorias en referencia a un tema que dominó su gestión.
'Casi al fin de mis funciones, recomendé al presidente Obama que diera una nueva mirada a nuestro embargo (a Cuba). No estaba alcanzando sus objetivos y estaba retrasando nuestra agenda general en la región', escribió Clinton en la página 265 de sus memorias 'Hard choices' (Decisiones difíciles).
La ex senadora y posible candidata presidencial demócrata en 2016 recordó que Obama, al llegar a la Casa Blanca, había prometido un nuevo diálogo con Cuba, y desde ese punto de vista el embargo económico vigente desde la década de 1960 era un obstáculo para ese recomienzo.
Desde que fue implementado, apuntó Clinton, el bloqueo económico 'apenas tuvo éxito en darle (al gobierno cubano) elementos a quien culpar por sus problemas económicos'.
De acuerdo con la ex secretaria de Estado, esa reunión, y la decisión de diversos países de reincorporar a Cuba sin condiciones, fueron 'un test inicial' para la política del entonces recientemente electo Obama hacia América Latina.
Clinton narró cómo su equipo, encabezado por el diplomático Thomas Shannon, negoció la inclusión en la declaración de un párrafo estipulando que Cuba debía solicitar su reincorporación a la OEA.
Como el gobierno de La Habana se negó a solicitar el retorno del país a la entidad, 'a todos los efectos, la suspensión permaneció en su lugar', apuntó Clinton.
Elogios y críticas
Clinton pasó revista a su relación con los jefes de Estado con quienes tuvo que trabajar durante su desempeño como Secretaria de Estado, y reservó palabras especialmente elogiosas para la brasileña Dilma Rousseff y la chilena Michelle Bachelet, así como para el costarricense Óscar Arias.
Rousseff, escribió Clinton, es 'una líder formidable'. 'Posiblemente no tenga la colorida expresividad de Lula (da Silva) ni la experiencia técnica de (Fernando Henrique) Cardoso, pero tiene un fuerte intelecto y verdadero coraje', añadió.
En tanto, sobre Bachelet apuntó que 'ella y yo nos convertimos en aliadas y amigas'.
En sentido opuesto, Clinton no ahorró comentarios ácidos sobre el ex presidente hondureño Manuel Zelaya, al que describió como 'la reminiscencia de una caricatura del hombre fuerte centroamericano, con su sombrero blanco de vaquero y sus bigotes negros'.
Con el ya fallecido presidente venezolano Hugo Chávez fue todavía más dura: 'un dictador fanfarrón que era más un estorbo que una amenaza real', describió.
'Tenemos una imagen desactualizada de lo que está ocurriendo en nuestro continente', escribió, para añadir que 'muchos de nuestros prejuicios tienen su raíz en un siglo de una historia difícil'.
En la visión de Clinton, aún 'hay grandes problemas', pero destacó que 'si hay una región donde debemos mirar más allá de los titulares de los diarios, es América Latina'.
Fuente: AFP y elpais.com