Julieta Castellanos, una de las principales activistas contra la inseguridad ciudadana en Honduras, pidió hoy cooperación internacional en la reforma policial que desarrolla el país, porque 'no puede quedarse solo en esta lucha'.
El secretario de Estado John Kerry entregó el viernes a nueve mujeres el Premio al Valor, incluyendo a la activista hondureña por derechos humanos Julieta Castellanos.
Kerry dijo durante la ceremonia de premiación que Castellanos ha organizado a personas y organizaciones fuera del gobierno 'con una voz poderosa de justicia, seguridad y protección de derechos humanos'.
'Aun cuando la policía nacional hondureña asesinó a su hijo hace dos años, Julieta rehusó retraerse o rendirse. En cambio canalizó su luto a través de un poderoso llamado a la acción que significa cambio sustancial para el pueblo hondureño', indicó. 'Por presionar sin tregua por una reforma en la seguridad de Honduras y promover esa meta, reconocemos a Julieta'.
En una entrevista con Efe en Washington, donde este viernes recibió el Premio a las Mujeres con Coraje del Departamento de Estado de EE.UU., Castellanos consideró que el proceso de depuración de la policía hondureña, en la que se han infiltrado delincuentes, ha avanzado 'muy lentamente', pero hay que seguir 'luchando por su éxito'.
La académica hondureña, que es rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se vio implicada personalmente en el problema de violencia en Honduras en octubre de 2011, cuando su hijo Rafael fue asesinado junto con su amigo Carlos, en un hecho en el que están involucrados miembros de la Policía Nacional. 'Siempre he sido una persona fuerte con mis principios', reconoció Castellanos.
'Pero sin lugar a dudas, la circunstancia personal de haber sido mi hijo víctima de un asesinato de la policía y haber descubierto esa responsabilidad en la investigación me llevó a demandar como un planteamiento legítimo no solamente justicia, sino tener un país donde funcione el Estado de derecho', añadió.
Hoy, Castellanos sigue de cerca el proceso de depuración de la policía, que comenzó a principios de 2012, y pide que la comunidad internacional se implique más para dar 'credibilidad' al proceso, en un modelo similar al de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), apoyada por la ONU.
'Es importante que haya participación internacional no solamente porque en el país estos procesos no se han realizado (antes) y no hay experiencia acumulada, sino porque eso estaría evitando que hubiera una investigación que no fuera de acuerdo con los hechos', señaló.
'La presencia internacional estaría dando mayor credibilidad, mayor certeza, y un avance significativo en la investigación y la depuración de estos cuerpos del Estado', agregó.
Reconocida por el Departamento de Estado por su 'papel central en los esfuerzos para superar enormes retos' en Honduras, Castellanos ve con buenos ojos la política estadounidense hacia su país, incluido el apoyo que Washington proporciona en forma de equipos y refuerzos a la misma policía que ella está pidiendo reformar.
'El país no puede quedarse solo en esta lucha contra el crimen organizado', señaló. 'Si esperamos a que la policía sea depurada para que intervengan otros países, probablemente ese momento no va a llegar', continuó. 'Nosotros planteamos que el apoyo internacional sea simultáneo al proceso de depuración policial'.
La socióloga ha luchado además para que las propias fuerzas de seguridad no formen parte de las comisiones que se encargan de elaborar la reforma de la policía, que a su juicio es la única forma de asegurarse de que esa institución 'no está comprometida con el delito'.
'Ha quedado en evidencia que hay policías que están vinculados con el crimen organizado. Desde esta perspectiva, es muy difícil que la policía se investigue a sí misma, y por lo tanto tienen que ser órganos externos, creados de forma 'ad hoc', para que funcione una efectiva depuración policial', insistió.
Además, ve necesario que el proceso cuente con 'mucho apoyo técnico o científico' y esté acompañado por 'una investigación patrimonial de los miembros u oficiales que han integrado este cuerpo policial', dado que están apareciendo 'procesos de enriquecimiento de los que se desconoce el origen'.
Castellanos, que también participó en la Comisión de la Verdad creada en 2009 para investigar el golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya, recibirá el premio del Departamento de Estado junto a otras siete mujeres de todo el mundo, de manos del jefe de Exteriores, John Kerry y la primera dama de EE.UU., Michelle Obama.
Meses antes de concluir su mandato como rectora de la UNAH, y pendiente de una posible reforma de la Ley orgánica que podría permitir su reelección en el cargo, Castellanos reconoce que la seguridad ciudadana es la causa de su vida, una que estudia 'desde hace más de veinte años'.
'Una cosa es ver la inseguridad como un problema llevado a cabo por ciudadanos comunes de delincuencia común y (otra) ver la descomposición del Estado, cuando sus propias instituciones están vinculadas al crimen y al delito. Allí la demanda se vuelve en el sentido de una reforma al Estado', consideró.