AstraZeneca admitió por primera vez que su vacuna contra el Covid 19, que se administró en unos 150 países durante la pandemia, puede provocar efectos secundarios, “en casos muy raros”, como la trombosis.
La declaración se dio en un tribunal del Reino Unido, donde la farmacéutica enfrenta una demanda colectiva presentada por un grupo de personas que afirman haber sufrido efectos adversos graves tras recibir la vacuna, que fue desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford.
Según informaron medios británicos el lunes, AstraZeneca admitió en febrero pasado que la vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS ( síndrome de trombosis con trombocitopenia)”.
Sin embargo, el laboratorio destacó que el riesgo de efectos secundarios es extremadamente bajo en comparación con los beneficios concretos de la vacuna.
Al menos 51 casos de demandas fueron presentados ante el Tribunal Superior del Reino Unido, y las víctimas y sus familiares piden una compensación de hasta 100 millones de libras por daños y perjuicios.
La de AstraZeneca es una «vacuna recombinante» o de «vector viral», creada a partir de un adenovirus de chimpancé: contiene una versión modificada de un virus distinto del SARS-CoV-2 (el vector) que accede a una célula del organismo y produce una porción inocua del coronavirus, la conocida como proteína «Spike» o «S».
Al reconocer esta proteína «Spike» como algo ajeno, el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos y otras células para combatir lo que considera una infección. De este modo, la vacuna logra su objetivo con un fragmento inocuo del virus que no contiene ningún tipo de material genético, por lo que nunca puede causar la enfermedad que trata de prevenir.
Ya en 2021, la Agencia Europea del Medicamento informó que la aparición de trombos combinados con niveles bajos de plaquetas debía incorporarse a la lista de efectos adversos de la vacuna de AstraZeneca como un posible efecto secundario «muy raro», sin que hasta ahora se haya podido determinar un factor de riesgo concreto que afecte a unos vacunados más que a otros.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los efectos secundarios de la vacuna anticovid incluyen síntomas típicamente leves a moderados, incluyendo malestar en el lugar de la inyección, sensación general de malestar, fatiga, fiebre, dolores de cabeza, náuseas, dolores musculares y articulares.
Un informe de la OMS asegura que las campañas de vacunación redujeron las muertes ocasionadas por la pandemia en al menos un 57 % y salvado más de 1,4 millones de vidas solo en Europa.
