Sin corbata, con el casual saludo 'hey guys' -hola chicos-, Tim Kaine rompió el hielo y el protocolo inmediatamente se subió a la tarima de la Universidad Internacional de Florida en donde minutos después fue presentado como el vicepresidente de Hillary Clinton hacia la Casa Blanca por el Partido Demócrata.
Su cercanía con los votantes latinos también quedó marcada cuando tras escuchar la introducción de 18 minutos de Clinton, tomó el micrófono y primero en inglés y luego en español, lanzó un saludo a los asistentes a la reunión que respondieron con una sonora ovasión.
Y aunque al igual que Clinton aprovechó la mayor parte de los 40 minutos de su intervención para criticar las propuestas de campaña de su rival republicano Donald Trump, Kaine también recordó su paso por Honduras y se dio el lujo de preguntar 'hay algún hondureño acá', obteniendo de inmediato la respuesta de las gradas, que no fue tímida.
También se dio el lujo de reconocer la importancia de su paso por Honduras. 'Al llegar a Honduras la experiencia de trabajar fue muy buena, ayudé a los chicos a aprender de carpintería y ellos me enseñaron español. En Honduras aprendí de valores, de fe y sobre el trabajo'.
Kaine también se dirigió a comunidades como la LGTB en una muestra de apertura hacia las minorías que pueden ser decisivas para definir la elección y nuevamente hacia los migrantes: 'Levanten la mano quiénes son ciudadanos nacionalizados... Muchas gracias por escoger este país'.
Con ese perfil progresista y basando sus opiniones en su religión católica, cultivada también en Honduras a través de los jesuitas, Tim Kaine logró el objetivo en su presentación: reafirmar su posición como ficha clave de Clinton hacia los votantes latinos, que ven con preocupación los anuncios de Trump por construir un muro en la frontera con México y de fortalecer su política migratoria.
'Estados Unidos no fue construido sobre el miedo sino sobre la determinación, la imaginación y el coraje y eso lo tiene Hillary Clinton', concluyó.