Donald Trump se presentó anoche como el caudillo que puede salvar a una nación atormentada, al borde del abismo, al aceptar la investidura republicana a las presidenciales de Estados Unidos, prometiendo a los votantes que si es electo restaurará la seguridad en el país y construirá un muro en la frontera con México.
'Con humildad y agradecimiento', el hombre de negocios de 70 años aceptó la candidatura republicana ante 2.500 delegados que lo ovacionaron en Cleveland, prometiendo derrotar a la demócrata Hillary Clinton en los comicios de noviembre.
Durante su esperado discurso, Trump no bajó el tono y por el contrario, presentó un panorama dramáticamente sombrío de los Estados Unidos. Calificó a Clinton, de criminal. Y luego de esbozar la visión de un país indefenso y aterrorizado ante males de origen extranjero, aseguró que él será el candidato de la 'ley y el orden'.
'Yo soy tu voz', declaró, prometiendo retrotraer a la primera potencia mundial a tiempos más seguros con 'millones de nuevos empleos y trillones en nueva riqueza'.
'El crimen y la violencia que hoy aflige a nuestra nación pronto acabarán. El 20 de enero de 2017 la seguridad será restaurada', afirmó el empresario inmobiliario.
Sondeos
Clinton y Trump marchan cabeza a cabeza, según un promedio de sondeos nacionales, que da a la exsecretaria de Estado del presidente Barack Obama el 44% de las intenciones de voto contra 41% para el magnate inmobiliario.
|
Arremetió contra indocumentados
Repitió varios de los temas controversiales que le dieron réditos en las primarias: cerrar las puertas a extranjeros provenientes de países asociados al terrorismo así como renegociar desfavorables tratados de libre comercio.
Vamos a construir un gran muro fronterizo para detener la inmigración ilegal [de México], detener las pandillas y la violencia, y detener el paso de las drogas Donald Trump, Candidato presidencial
|
Trump retomó su mensaje más agresivo al hablar de inmigración. Volvió a decir que construirá un muro en la frontera, clamó contra las ciudades santuario y presentó a los inmigrantes ilegales como asesinos, violadores y gente poco de fiar.
Los delegados recibieron este mensaje con una gran ovación y gritaron varias veces el lema de la campaña: '¡Construye el muro! ¡Construye el muro!'. Trump respondió presentándose como el defensor de una clase obrera blanca olvidada por las elites ilustradas que dirigen el partido demócrata: 'Estas familias no tienen grupos de presión que las representen. No hay nadie que proteste en su nombre y mi adversaria nunca se reunirá con ellas ni compartirá su dolor'.
'Vamos a ser considerados y compasivos con todos', dijo Trump. 'Pero seré compasivo sobre todo con nuestros propios ciudadanos que sufren. Mi plan es justo el contrario de la política migratoria peligrosa y radical de Hillary Clinton. Los americanos quieren acabar con la inmigración sin control'.
Durante su discurso, Trump atacó reiteradas veces a su rival demócrata, afirmando que su legado como secretaria de Estado (2009-2013) fue de 'muerte, destrucción, terrorismo y debilidad'.