Chihuahua, México
Al hondureño lo acompañan Carlos Ortega de Guatemala, Erika Hernandez de San Rafael y Silverio Aguirre de Guachochi, quienes llegaron ayer al albergue donde se les brindó alimento.
Migrar es uno de los dramas más conmovedores en el mundo y en Honduras no es la excepción. Cientos de miles de personas han salido en la última década, pero solo algunos han tenido éxito, otros, como el caso de Sergio, han llorado lágrimas por el hambre.
'En mi país está muy dura la situación, no hay trabajo, hay muchos robos', dijo el hondureño Sergio Joaquín Sánchez Martínez quien llegó exhausto al Albergue El Peregrino en Chihuahua, México.
Sergio permaneció algunos días sin comer y otros más en busca de trabajo antes de ser ayudado por el albergue.
El periódico mexicano Impacto Noticias informó que 'dos personas centroamericanas (entre ellas Sergio) y otras dos de la sierra tarahumara, se encuentran (...) en busca de trabajo'.
El catracho explicó: 'Soy Hondureño y tengo necesidad como cualquier otra persona para mantener a su familia, por eso ando por aquí'.
Agregó que no es 'ningún delincuente, si pudieran darme la oportunidad y poder ayudarme que ustedes vean mi persona pues así me puedan juzgar en realidad, lo que necesito es una oportunidad de buscar un trabajo'.
 El hondureño junto a otro centroamericano y dos personas más que buscan mejores opciones de vida.
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Los cuatro llegaron a la ciudad de Camargo por trabajo porque alguien les dijo que ahí había oportunidades de empleo en labores de campo.
Ellos solo podrán permanecer tres días en el albergue y luego tendrán que seguir su camino, tal como lo indica la política de los centros para atender a migrantes.
