El presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup, afirmó ayer que el Gobierno de Nicolás Maduro está en una “etapa de preaviso”, en referencia a una eventual salida del Ejecutivo. “Para mí el Gobierno está en época de preaviso como se dice en materia laboral, no digo que están trabajando, digamos que están cumpliendo la etapa de preaviso”, dijo el diputado opositor en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional. “Saben que están en sus días terminales y van a pagar sean civiles o sean militares”, agregó.
Ramos Allup aseguró a los funcionarios que “cuando esto pase, que va a ser pronto, van a tener que responderle a la Justicia por sus malandanzas”.
Las declaraciones del diputado opositor fueron ofrecidas tras una visita de varios días a Washington para participar en una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para debatir un informe sobre la crisis venezolana hecho por la Secretaría del organismo para invocar la aplicación de la Carta democrática al país.
El legislador subrayó la “derrota” que, a su juicio, sufrió el Gobierno de Maduro en esa sesión al aprobarse con 20 votos a favor y 12 en contra la discusión del informe, pese a la negativa de Venezuela.
Ramos Allup se refirió además al proceso de diálogo que intenta promover la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con la mediación de varios expresidentes, entre ellos el español José Luis Rodríguez Zapatero, que ha sido descalificado como facilitador de esas conversaciones por varios opositores.
“La actuación de Rodríguez Zapatero, Martin Torrijos y de Leonel Fernández ha sido incluso propuesta y aprobada por la OEA, no podemos estar de acuerdo con unas cosas y sustraernos a otras”, dijo.
Aseveró que no volverán a reunirse en República Dominicana con los mediadores: “No iremos a República Dominicana a reunirnos con nadie... nos queremos reunir por ejemplo en la sede de la OEA o en Venezuela”.
“La agenda de un eventual diálogo por parte nuestra la ponemos nosotros, y si no están dispuestos a considerar esa agenda pues no vamos”, indicó.
Argumentó que el gobierno pretende, a través de la delegación internacional, imponer el lugar y la agenda de discusión con la alianza opositora que promueve un referendo revocatorio.