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Wildin Acosta, un dreamer hondureño atrapado en una cárcel

  • 09 junio 2016 /

El joven migrante indocumentado permanece detenido en un centro para adultos de Georgia.

Georgia, Honduras

El vacío no solo se evidenciaba en el asiento que debió ocupar Wildin Acosta, sino también en el corazón de sus compañeros que extrañaron la presencia del hondureño durante la graduación de la escuela Riverside High School.

Las constantes manifestaciones de quienes sí obtuvieron el título no fueron suficientes para que el servicio de Migración otorgara la libertad al dreamer hondureño que salió de su país buscando un mejor futuro y ya cumple cuatro meses tras las rejas por la orden de deportación en su contra.

'Ahora está detenido, se le ha denegado el derecho de ir a la escuala y está en la cárcel', resaltó el congresista de Carolina del Norte, George Kenneth Butterfield, quien ha seguido de cerca el caso que fue documentado por la cadena Univisión.

Wildin ingresó indocumentado a Estados Unidos desde junio de 2014, 'no para cruzar la frontera y violar la ley, sino buscando refugio de la violencia que se vive en Honduras', relató el congresista.

'No es un asesino, no es un violandor, no es un criminal; es un chico de 19 años que huyó de la violancia en Honduras, buscando una mejor vida en los Estados Unidos' agregó.

Sin embargo, tras lograr incorporarse a la clase 2016 para graduarse, Wildin no pudo evadir los controles migratorios y sus sueños fueron cortados. Desde enero está detenido en un centro para adultos en Georgia.

'Hemos batallado mucho por él en estos cuatro meses, pero hasta el día de hoy, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y Migración no ha cedido a las demandas para que lo liberen y ha perdido su graducación', reveló apesadumbrado Axel Herrera, presidente de la Clase 2016 de Riverside High School.

'Esto está afectando nuestra educación, a los estudiantes, a las comunidades que tienen miedo de enviar a sus jóvenes y enfatizamos que necesitamos ayudar a los estudiantes porque tienen el derecho a su educación', agrega.

Por ahora, Wildin deberá seguir pidiendo por un milagro que frene el proceso de deportación mientras las posiciones sobre las redadas y la deportación de dreamers siguen en debate a favor y en contra en medio del torbellino que genera la campaña política en Estados Unidos.