La candidata presidencial peruana Keiko Fujimori rechazó las acusaciones e investigaciones que la vinculan a ella y su entorno con el lavado de activos y el narcotráfico, cuando faltan dos semanas para el balotaje.
El viernes, un diario limeño difundió la existencia de una investigación en la fiscalía a Fujimori y a su esposo, el ítaloestadounidense Mark Villanella, por el presunto delito de lavado de activos. A ella se le indaga por los fondos recaudados para su campaña, mientras que a él por la compra de propiedades en las afueras de Lima. Ambas acusaciones fueron presentadas por un ciudadano, basándose en denuncias periodísticas.
'Me denuncian como persona natural por temas del partido que están debidamente sustentados y con transparencia. Esto nos da la seguridad que esta investigación preliminar será desestimada. Siempre doy la cara', dijo Fujimori en una conferencia de prensa.
Respecto de los negocios de su esposo, aclaró que todas sus operaciones están bancarizadas, se pagaron al crédito y a valor del mercado.
'Me acusan a mí y a mi marido (en la fiscalía) basándose en denuncias periodísticas', agregó Fujimori, de 40 años, hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien está preso por crímenes de corrupción y lesa humanidad.
Keiko Fujimori disputará el domingo 5 de junio el balotaje para la presidencia contra el economista de centroderecha Pedro Pablo Kuczynski. Los sondeos le atribuyen a ella una leve ventaja sobre su rival.