La presidenta brasileña Dilma Rousseff fue suspendida de su cargo este jueves por el Senado, mientras es sometida a un juicio de destitución.
Aunque Rousseff enfrenta el posible final de su carrera política, los problemas de Brasil parecen lejos de acabarse. Ésta es una breve explicación de cómo el mayor país de Latinoamérica se metió en este lío y lo que podría suceder en las próximas semanas.
¿De qué está acusada Rousseff? -
El procedimiento de impeachment contra la primera mujer presidenta de Brasil, de 68 años, se basa en acusaciones de que cometió un 'crimen de responsabilidad' al pedir préstamos a bancos estatales para ocultar déficit presupuestarios durante su campaña a la reelección en 2014 y varios meses de 2015.
Rousseff afirma que es víctima de un 'golpe parlamentario' liderado por su exaliado y hoy enemigo Michel Temer, que fue su vice desde 2011 y ahora es el flamante presidente interino de Brasil.
Rousseff sostiene que no cometió ningún crimen que amerite su destitución y que las estrategias contables de las que se le acusa fueron utilizadas anteriormente por varios gobiernos que hoy están en la oposición.
Pero en los hechos el apoyo al impeachment es alimentado por una fuerte desilusión de los brasileños en medio de una profunda recesión económica y revelaciones de una gigantesca red de corrupción liderada sobre todo por políticos del partido en el gobierno, sus aliados y grandes empresarios que se pusieron de acuerdo para robar a la estatal Petrobras.
Enormes protestas callejeras celebradas el año pasado dejaron claro la insatisfacción popular.
Y finalmente, la ruptura de la frágil coalición del gobernante Partido de los Trabajadores con el partido de centroderecha PMDB de Michel Temer dejó a Rousseff aislada. La Cámara de Diputados recomendó el 17 de abril por holgada mayoría (367 votos de 513) el inicio de un juicio político contra Rousseff en el Senado. Este jueves, 55 senadores se declararon a favor de su suspensión, mientras que 22 votaron en contra.
Ahora Rousseff deberá dejar a Temer su despacho en el palacio de Planalto, pero podrá quedarse en la residencia presidencial, el Palacio da Alvorada. Posiblemente su salario sea reducido a la mitad, como indica la Constitución.
Temer anunciará este jueves quiénes serán sus nuevos ministros.
El juicio político a la presidenta puede llevar hasta seis meses y terminar con su destitución, para lo cual se requieren los votos de dos tercios de los senadores (54).
La alta votación de este jueves a favor del juicio político (55) evidencia las dificultades que tendrá la mandataria para recuperar el poder.
Si Rousseff es destituida, Temer asumirá la presidencia hasta el final de su mandato y la celebración de nuevas elecciones en 2018.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, suspendida hoy de su cargo por el Senado, que decidió por 55 votos contra 22 abrir un juicio político en su contra.
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La respuesta corta es 'no'.
Una impopular presidenta ya no está en el poder. Pero muy pocos brasileños ven a Temer como un salvador. Un sondeo de la encuestadora Datafolha de abril mostró que solo entre 1% y 2% de la población votaría por él en una elección presidencial.
Temer, un abogado constitucionalista de 75 años, de bajo perfil y fama de astuto negociador político en las sombras, puede enfrentar una feroz oposición de la izquierda y muchos de los problemas que acosaron a Rousseff, especialmente una economía en zozobra, demasiado dependiente de un precio elevado del petróleo, el mineral de hierro y otras materias primas.
Y aún no se ha echado la cortina final sobre el megaescándalo de corrupción en Petrobras.
Los fiscales investigan a toda la élite política, desde Rousseff hasta el jefe opositor Aecio Neves, del PSDB, que perdió el balotaje de 2014 contra Rousseff por apenas 3% de los votos. Temer ha sido mencionado como un participante en la trama por delatores, pero la fiscalía no ha solicitado investigarlo.
Increíblemente, Temer puede ser impedido de presentarse a un cargo electivo durante ocho años porque fue declarado culpable de violar reglas del financiamiento de campañas. Pero esa prohibición no le impediría asumir la presidencia de manera interina.