Washington, Estados Unidos.
Cientos de activistas hispanos se congregaron ayer frente a la Corte Suprema de Estados Unidos para exigir que validen las medidas ejecutivas en materia migratoria del presidente, Barack Obama, que beneficiarían a unos cinco millones de indocumentados.
El Supremo escuchó argumentos a favor y en contra del plan migratorio anunciado por Obama en noviembre de 2014 y suspendido por decisión judicial en 2015 por una demanda presentada por 26 estados, comandados por Texas.
El plan de Obama protegería de la deportación a los padres de hijos ciudadanos estadounidenses o con residencia legal en el país (Dapa) o a los jóvenes que llegaron de manera irregular a EUA siendo niños (Daca).
Si los ocho magistrados no llegan a una decisión, el bloqueo del plan quedaría vigente: un duro revés para Obama, que intentaría seguir impulsando la situación de los indocumentados.
La decisión del Supremo, a finales de junio, arribará antes de las convenciones de los dos partidos, hacia las presidenciales de noviembre.
Cientos de activistas hispanos se congregaron ayer frente a la Corte Suprema de Estados Unidos para exigir que validen las medidas ejecutivas en materia migratoria del presidente, Barack Obama, que beneficiarían a unos cinco millones de indocumentados.
El Supremo escuchó argumentos a favor y en contra del plan migratorio anunciado por Obama en noviembre de 2014 y suspendido por decisión judicial en 2015 por una demanda presentada por 26 estados, comandados por Texas.
El plan de Obama protegería de la deportación a los padres de hijos ciudadanos estadounidenses o con residencia legal en el país (Dapa) o a los jóvenes que llegaron de manera irregular a EUA siendo niños (Daca).
Si los ocho magistrados no llegan a una decisión, el bloqueo del plan quedaría vigente: un duro revés para Obama, que intentaría seguir impulsando la situación de los indocumentados.
La decisión del Supremo, a finales de junio, arribará antes de las convenciones de los dos partidos, hacia las presidenciales de noviembre.