Quito, Ecuador.
Ecuador intenta ponerse de pie tras el violento terremoto de magnitud 7.8 que azotó al país el sábado dejando hasta anoche 413 víctimas y más de 2,000 heridos. Pero no lo hace solo, diversos países y entidades dispusieron toneladas de ayuda humanitaria y equipo humano para colaborar en las labores de rescate y reconstrucción en las zonas más afectadas por el sismo.
Según el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, cerca de medio millar de expertos de 9 países está ayudando en las tareas de rescate de víctimas con, entre otros, rescatistas de Venezuela, Colombia, Perú, México, Cuba, Bolivia, Chile, Suiza y España.
La colaboración también ha provenido de organismos internacionales, como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que aseguró que ultima los preparativos para enviar ayuda de emergencia por vía aérea a Quito desde Copenhague, donde está su sede logística.
La Organización Panamericana de la Salud ya envió a varios expertos, que están viajando desde ayer a Ecuador procedentes de Washington, Panamá, Colombia y Perú, para apoyar la respuesta de las autoridades ante la tragedia.
Además, la Unión Europea anunció que liberó 1 millón de euros (1.1 millones de dólares) en ayuda humanitaria para las víctimas y envió a expertos a las zonas afectadas para evaluar las necesidades y asistir al Gobierno.
Sobrevivientes prioridad
Lo más inminente para las autoridades es localizar a las personas desaparecidas y atender las primeras necesidades de los damnificados.
En el puerto de Manta, los canes que acompañan a los rescatistas olfateaban en medio de estructuras colapsadas el rastro de sobrevivientes. Sus ladridos alientan la búsqueda. Es decir que bajo montones de piedra y escombros hay personas vivas.
“El edificio está muy inestable. Tenemos que talar la pared con motosierra, se supone que aquí hay unas 15 personas atrapadas”, comentó el bombero Carlos Paredes, que intentaba hallar supervivientes en uno de los hoteles del puerto.
Los familiares de las víctimas también hacían su búsqueda. Entre lágrimas, removían con las manos placas de cemento y hierros retorcidos con la esperanza de hallar a sus seres queridos.
En los restos del hotel Arrecife, el bombero Freddy Arca y un equipo de 15 uniformados buscaban a tres personas, entre ellos un bebé.
Las tareas de rescate, dificultadas por la falta de luz en algunas zonas y el difícil acceso en otras, no dan abasto y el balance de muertos no cesa de aumentar desde el sábado.
“Por fuentes oficiales, hasta el momento se contabilizan 413 personas fallecidas”, señaló el ministerio Coordinador de Seguridad.
Reconstrucción
El presidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió desde Pedernales, una localidad turística epicentro del peor terremoto en los últimos 40 años, que la reconstrucción de esa zona llevará años y “costará centenas, probablemente miles de millones de dólares”.
Correa también precisó que muchos edificios se derrumbaron “por mala construcción”.
“En un terremoto de casi 8 grados en la escala Richter, aquí, en Japón y Estados Unidos van a derrumbarse edificios, pero probablemente menos edificios y de forma menos catastrófica. Aquí hay edificios que se fueron compactando, achatando, y eso es falla estructural”, señaló.
Aunque no hay cifra oficial de personas afectadas, la Cruz Roja calcula que entre 70,000 y 100,000 personas requerirán algún tipo de asistencia y entre 3,000 y 5,000 requieren alojamiento de emergencia. Más de 800 voluntarios y personal de la Cruz Roja Ecuatoriana están brindando servicios de primeros auxilios y atención sanitaria y psicosocial. La previsión es que las mayores necesidades sean de acceso a artículos de primera necesidad, agua, saneamiento, alojamiento y alimentos.
El daño de las carreteras ha impedido que los equipos de rescate se desplacen hacia las zonas más remotas.
En su último informe, el Instituto Geofísico señaló que “el número de réplicas tiende a disminuir aunque todavía no se puede descartar que se presenten sismos con magnitudes mayores a 5.+0”.
Ecuador intenta ponerse de pie tras el violento terremoto de magnitud 7.8 que azotó al país el sábado dejando hasta anoche 413 víctimas y más de 2,000 heridos. Pero no lo hace solo, diversos países y entidades dispusieron toneladas de ayuda humanitaria y equipo humano para colaborar en las labores de rescate y reconstrucción en las zonas más afectadas por el sismo.
Según el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, cerca de medio millar de expertos de 9 países está ayudando en las tareas de rescate de víctimas con, entre otros, rescatistas de Venezuela, Colombia, Perú, México, Cuba, Bolivia, Chile, Suiza y España.
La colaboración también ha provenido de organismos internacionales, como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que aseguró que ultima los preparativos para enviar ayuda de emergencia por vía aérea a Quito desde Copenhague, donde está su sede logística.
Es el terremoto más letal registrado en Ecuador. Foto: AFP
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Además, la Unión Europea anunció que liberó 1 millón de euros (1.1 millones de dólares) en ayuda humanitaria para las víctimas y envió a expertos a las zonas afectadas para evaluar las necesidades y asistir al Gobierno.
La ayuda internacional no se hizo esperar. Foto: AFP
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Lo más inminente para las autoridades es localizar a las personas desaparecidas y atender las primeras necesidades de los damnificados.
En el puerto de Manta, los canes que acompañan a los rescatistas olfateaban en medio de estructuras colapsadas el rastro de sobrevivientes. Sus ladridos alientan la búsqueda. Es decir que bajo montones de piedra y escombros hay personas vivas.
“El edificio está muy inestable. Tenemos que talar la pared con motosierra, se supone que aquí hay unas 15 personas atrapadas”, comentó el bombero Carlos Paredes, que intentaba hallar supervivientes en uno de los hoteles del puerto.
Socorristas colombianos colaboran en labores de rescate. Foto: AFP
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En los restos del hotel Arrecife, el bombero Freddy Arca y un equipo de 15 uniformados buscaban a tres personas, entre ellos un bebé.
Las tareas de rescate, dificultadas por la falta de luz en algunas zonas y el difícil acceso en otras, no dan abasto y el balance de muertos no cesa de aumentar desde el sábado.
“Por fuentes oficiales, hasta el momento se contabilizan 413 personas fallecidas”, señaló el ministerio Coordinador de Seguridad.
El presidente Rafael Correa recorrió la zona afectada. Foto: EFE
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El presidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió desde Pedernales, una localidad turística epicentro del peor terremoto en los últimos 40 años, que la reconstrucción de esa zona llevará años y “costará centenas, probablemente miles de millones de dólares”.
Correa también precisó que muchos edificios se derrumbaron “por mala construcción”.
“En un terremoto de casi 8 grados en la escala Richter, aquí, en Japón y Estados Unidos van a derrumbarse edificios, pero probablemente menos edificios y de forma menos catastrófica. Aquí hay edificios que se fueron compactando, achatando, y eso es falla estructural”, señaló.
Pobladores se abastecen de agua ante la escasez en de Pedernale. Foto: EFE |
El daño de las carreteras ha impedido que los equipos de rescate se desplacen hacia las zonas más remotas.
En su último informe, el Instituto Geofísico señaló que “el número de réplicas tiende a disminuir aunque todavía no se puede descartar que se presenten sismos con magnitudes mayores a 5.+0”.
Rescatistas buscan personas entre los escombros. Foto: AFP
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