El gobierno de El Salvador analizará posibles 'medidas extraordinarias' para contener una oleada de violencia homicida atribuida principalmente a las pandillas, anunció este lunes el presidente Salvador Sánchez Cerén.
'Vamos a analizar con la presidencia de la Asamblea Legislativa, de la Corte Suprema y la Fiscalía, la situación (de violencia) para ver qué tipo de medidas extraordinarias podríamos tomar y, sí, estoy convencido que hay que tomar medidas extraordinarias', señaló el mandatario en una rueda de prensa.
Sánchez Cerén señaló que este lunes se reunirá con los jerarcas de esos órganos de Estado para analizar 'la escalada' de violencia criminal.
La decisión de analizar medidas extraordinarias surge luego que el pasado jueves once trabajadores, de ellos ocho de una empresa de electricidad y tres jornaleros, fueron asesinados por pandilleros en la zona rural de la ciudad de San Juan Opico, 31 km al oeste de San Salvador.
A raíz de esa masacre, distintos sectores en el país se pronunciaron por un endurecimiento de las medidas de combate a las pandillas y algunos han pedido al gobierno declarar 'estado de emergencia'.
Las autoridades detuvieron a 82 pandilleros de la violenta Mara Salvatrucha (MS-13) que operan en la zona de San Juan Opico, entre quienes habría 'algunos' involucrados en el asesinato del grupo de trabajadores, dijo el presidente.
Según las investigaciones, 'las órdenes' para asesinar a los trabajadores fueron emitidas por líderes pandilleros encarcelados en los penales de Izalco (oeste) y Ciudad Barrios (noreste).
'Nos enfrentamos a bandas criminales que han perdido todo el sentido de un ser humano, y que están actuando con una irracionalidad que ha generado un rechazo en la población', sostuvo Sánchez Cerén.
El presidente dejó en claro que 'no hay espacio para diálogo, no hay espacio para tregua' con las pandillas, como la que esos grupos declararon en marzo de 2012 y que meses después fracasó.
'No hay espacio para entenderse con ellos, son criminales y como criminales hay que tratarlos', razonó Sánchez Cerén.
Cifras oficiales indican que en 2015 se registraron en el país 6,657 homicidios (18.2 diarios), que convierten a El Salvador en una de las naciones sin guerra más violentas del mundo, con un promedio de 104 homicidios por cada 100,000 habitantes.