Marcar un gol en un partido de fútbol a un equipo de la Mara MS (Mara Salvatrucha) le costó la vida al joven Cristian Alexander Campos Sosa, de 19 años, en El Salvador, como informa el diario español BBC en un amplio reportaje.
Campos Sosa fue asesinado el pasado 23 de febrero, en San Martín, unos 18 kilómetros al oeste de la capital, San Salvador. Trabajaba en una empresa de lácteos. La Policía confirmó a BBC que joven no tenía vínculos con pandillas.
El crimen ocurrió a las 6:20 de la mañana del 23 de febrero. Campos iba a bordo de una motocicleta en la calle principal del cantón La Flor, San Martín. Un investigador policial dijo que en la escena encontraron evidencia de 14 disparos.
La policía presume que los pandilleros que operan en la zona le dispararon, aunque el jefe policial del sector aceptó que no tienen evidencia para sustentar esa hipótesis. Y el padre de Campos contó, en la escena del crimen, los motivos por los que cree que su hijo fue asesinado.
HABÍA RECIBIDO AMENAZAS
Días antes del homicidio, Campos había recibido una golpiza y amenazas de parte de soldados de la Fuerza Armada. Los soldados realizan tareas de seguridad pública desde 2009, año en que asumió el primer gobierno de izquierda, de Mauricio Funes.
La razón de esa amenaza fue un gol en un partido de fútbol. 'Mi hijo estaba amenazado por los soldados (de la Fuerza Armada). Donde nosotros vivimos es (dominado por el Barrio) 18 y esos soldados amparan más a los mareros MS (del sector)', explicó el padre.
La familia de Cristian Campos afirmó que, antes de morir, el muchacho había sido amenazado por oficiales de la Fuerza Armada de El Salvador. Foto Cortesía EDH
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La policía tampoco ha confirmado la hipótesis del gol ni la de la amenaza por parte de los soldados. Sin embargo, no es una acusación rara. El 74% de las denuncias por abusos ante la Procuraduría de derechos humanos en 2015 fue contra la Policía y la Fuerza Armada. Un año antes, esa cifra solo había representado el 40%.
ALTOS ÍNDICES DE VIOLENCIA
El crimen de Cristian Alexander Campos Sosa sirven para ilustrar la situación de violencia que vive El Salvador, un país de 6.5 millones de habitantes en el que el año pasado ocurrieron 6,657 muertes violentas, para una tasa de homicidios de 103 por cada 100,000 habitantes.
De hecho, en 2015 El Salvador se volvió a 'coronar' como el país más violento del mundo. Y el 2016 empezó peor.
Entre el 1 de enero y el 28 de febrero de 2016, 1.380 personas fueron asesinadas, de acuerdo siempre a cifras de la Policía Nacional Civil. La cifra duplica la cantidad de homicidios en enero y febrero de 2015.