La firma de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) es iniciativa sin precedentes que tiene como objetivo abatir la corrupción y la impunidad y producir una reforma estructural en la administración de justicia en un país que le dijo basta a la corrupción.
Mañana martes en Washington, el presidente hondureño Juan Orlando Hernández y el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), firmarán el convenio en el que tiene como prioridad combatir la corrupción.
'No será una tarea fácil, con la gloria esperando a la vuelta de la esquina. No habrá gratificación inmediata, porque se trata de generar un cambio cultural que impregne las instituciones y a toda la sociedad', dice Luis Almagro en un artículo que publica diario El País de España.
'Se trata de una iniciativa sin precedentes que tiene como objetivo abatir la corrupción y la impunidad y producir una reforma estructural en la administración de justicia en un país que le dijo basta a la corrupción. Es una oportunidad única de revertir la historia en Honduras e iniciar un nuevo curso de acción, inspirados en la transparencia y la probidad republicana'.
Almagro que ha estado en contacto con el gobierno hondureño indicó: 'No es hora de diagnósticos, es hora de actuar y generar ejemplos válidos para todos, de que es posible ser político y honrado, ser empresario y ser transparente en las transacciones financieras, ser funcionario público y poner el interés del Estado por encima del personal'.
La modalidad de “colaboración activa”, permitirá ir afianzando la actividad de la justicia local sobre la base de un claro modelo de supervisión, monitoreo y certificación. La misión cuenta con un equipo de profesionales de primera línea, multinacional y multidisciplinario cuyo vocero será el ex Primer Ministro y ex Ministro de Justicia del Perú, Juan Jiménez, quien cuenta con una amplia experiencia en trabajos anti-corrupción en el mundo en desarrollo.
El secretario de la OEA dice: 'La corrupción y su correlato en la impunidad son males endémicos, no solo de Honduras, que erosionan la confianza de la ciudadanía en el sistema político, en la democracia como tal. Así, la idea de que todos somos iguales ante la ley se transforma lamentablemente en una retórica vacía de contenido'.
'Queremos trabajar con todos los hondureños para el bien del país. En esa ruta nos guiamos por la Convención Interamericana contra la Corrupción, que no puede ser un texto de biblioteca de leguleyos sino una inspiración para generar una cultura efectiva de transparencia, rendición de cuentas y probidad republicana'.
La Misión estará integrada por fiscales, jueces y expertos internacionales que seleccionarán, asesorarán, evaluarán y certificarán a un grupo de fiscales y jueces hondureños, quienes estarán a cargo de investigar casos relevantes y perseguir a las redes de corrupción.
Se contará además con un sistema de recepción de denuncias (sean públicas, anónimas o confidenciales) certificado por la MACCIH. Los casos de corrupción que surjan de este sistema, en los cuales la Maccih seleccione y decida colaborar activamente, serán notificados a las autoridades hondureñas competentes.