Washington, Estados Unidos.
¿Qué pasará con el Chapo?, ¿Dónde pasó la noche?,¿Volverá a alguna cárcel mexicana? Muchas preguntas todavía no tienen respuesta debido a que esta vez las autoridades mexicanas fueron más herméticas tras la captura de Joaquín Guzmán Loera.
Quienes sí tienen claro lo que sigue son autoridades del Gobierno de Estados Unidos, quienes recordaron a sus pares de México que sigue en pie la petición de extradición del famoso narcotraficante.
“Puedo confirmar que la práctica de Estados Unidos es buscar la extradición cuando las personas acusadas de cargos en Estados Unidos son aprehendidos en otro país”, dijo el portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Peter Carr.
El portavoz recordó que el Gobierno estadounidense no suele comentar sobre las peticiones de extradición “antes de que se conviertan en procedimientos judiciales públicos”.
No obstante, también afirmó que EUA ya envió solicitudes para juzgar en su territorio a Guzmán cuando México emitió su primera orden de arresto contra él, “hace más de una década”.
Estados Unidos considera a Guzmán uno de los narcotraficantes que más droga ha hecho circular dentro del país y, por ello, enfrenta decenas de cargos por narcotráfico y lavado de dinero en tribunales federales de Arizona, Texas, California, Illinois, Florida y Nueva York.
Tras la segunda captura del poderoso narcotraficante, en 2014, Estados Unidos inició gestiones para solicitar a México su extradición, pero finalmente esta no se produjo.
Muchos legisladores estadounidenses, en su mayoría republicanos, habían insistido en la necesidad de presionar a México para que extraditara al Chapo si era capturado de nuevo y hoy el senador y precandidato republicano a la Casa Blanca Marco Rubio volvió a subrayar esa idea.
“Teniendo en cuenta que el Chapo ya se escapó de una prisión mexicana dos veces, no podemos desperdiciar esta tercera oportunidad de llevarlo ante la justicia”, aseguró Rubio en un comunicado.
De ser extraditado a Estados Unidos, varios observadores apuntan a la posibilidad de que sea juzgado en Chicago (Illinois), a la que el Chapo convirtió en su centro de distribución.
¿Qué pasará con el Chapo?, ¿Dónde pasó la noche?,¿Volverá a alguna cárcel mexicana? Muchas preguntas todavía no tienen respuesta debido a que esta vez las autoridades mexicanas fueron más herméticas tras la captura de Joaquín Guzmán Loera.
Quienes sí tienen claro lo que sigue son autoridades del Gobierno de Estados Unidos, quienes recordaron a sus pares de México que sigue en pie la petición de extradición del famoso narcotraficante.
“Puedo confirmar que la práctica de Estados Unidos es buscar la extradición cuando las personas acusadas de cargos en Estados Unidos son aprehendidos en otro país”, dijo el portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Peter Carr.
El portavoz recordó que el Gobierno estadounidense no suele comentar sobre las peticiones de extradición “antes de que se conviertan en procedimientos judiciales públicos”.
No obstante, también afirmó que EUA ya envió solicitudes para juzgar en su territorio a Guzmán cuando México emitió su primera orden de arresto contra él, “hace más de una década”.
Estados Unidos considera a Guzmán uno de los narcotraficantes que más droga ha hecho circular dentro del país y, por ello, enfrenta decenas de cargos por narcotráfico y lavado de dinero en tribunales federales de Arizona, Texas, California, Illinois, Florida y Nueva York.
Tras la segunda captura del poderoso narcotraficante, en 2014, Estados Unidos inició gestiones para solicitar a México su extradición, pero finalmente esta no se produjo.
Muchos legisladores estadounidenses, en su mayoría republicanos, habían insistido en la necesidad de presionar a México para que extraditara al Chapo si era capturado de nuevo y hoy el senador y precandidato republicano a la Casa Blanca Marco Rubio volvió a subrayar esa idea.
“Teniendo en cuenta que el Chapo ya se escapó de una prisión mexicana dos veces, no podemos desperdiciar esta tercera oportunidad de llevarlo ante la justicia”, aseguró Rubio en un comunicado.
De ser extraditado a Estados Unidos, varios observadores apuntan a la posibilidad de que sea juzgado en Chicago (Illinois), a la que el Chapo convirtió en su centro de distribución.