Los gritos, insultos y los golpes obligaron a la hondureña Yessica Alvarado a emigrar hacia Estados Unidos. La pesadilla que vivía con el padre de uno de sus hijos no le dejó más opción pues su vida corría peligro.
'Yo le dije te voy a dejar porque ya no quiero esta vida', pero él me respondió: 'No me vas a dejar porque tú eres mía', relata la hondureña.
'Yo sabía que nunca me podía casar con él porque todo el tiempo me iba a tratar así', comenta la joven en un video difundido por el Nuevo Herald de Miami. Entre lágrimas recuerda el pasado que dejó en Honduras, pero que todavía es una cruz que no la deja en paz.
'Todo estaba bien al principio, pasó el tiempo y fue cuando él empezó a andar con la mara, andar con los mareros comenzó a pegarme mucho. Me ignoraban prácticamente cuando pedía auxilio. El día que a él lo agarraron fue peor para mí porque ese día que estuvo preso 24 horas me golpeó exageradamente. Yo puse una orden de restricción y él se fue', cuenta Alvarado.
Cansada de los malos tratos en 2012 comenzó a salir con otro muchacho, 'él llegaba a la casa a fastidiarme y me decía cosas, que si se llevaba el niño, pero yo no quería porque me daban miedo las cosas que él le ponía a hacer'.
Durante la entrevista, el hijo de la pareja, el pequeño Yahir de nueve años comenta: 'Cuando yo estaba en Honduras, él ponía drogas en mi mochila para que yo las dejara en las casas, para que yo las vendiera'.
Al pasar el tiempo Alvarado tuvo una hija con su nuevo novio, sin imaginar que los celos de su primer marido llegarían a extremos.
'Cuando él se dio cuenta que andaba con este muchacho se puso muy enojado, se pelearon y se fueron a los golpes, en ese momento yo llamaba a la Policía y nunca llegaban. Siempre sacaba su pistola, pero nunca nos tiró a matar, solo hacía las muecas, pero teníamos aquel miedo de que lo pudiera ser'.
'Logró llegar a Estados Unidos y allí fueron los problemas con el papá de mi niña porque lo mataron. En mi interior siento que fue el papá de mi hijo que lo mató, pero necesitamos más pruebas, no tengo cómo pagar un investigador porque se necesita dinero'.
Temerosa por ella y por sus hijos metió una solicitud a Estados Unidos. 'Cuando entré aquí a Estados Unidos en julio 2014 se me negó el asilo, al tiempo metí otra apelación'.
'Cuando las mujeres están en esta situación donde la Policía no les da respuesta, lo que hacen es salir huyendo para el norte', dice el abogado Félix Villalobos.
La angustia de Yessica crece cada día porque está a la espera de la respuesta de la petición de asilo. 'Si me lo niegan me mandarían directamente para Honduras y se que él está allá, si mató al papá de mi niña que no va hacer conmigo', dice entre lágrimas.