La guerra ha iniciado. Francia bombardeó anoche los bastiones del Estado Islámico (ISIS) en Siria, comenzando así su venganza tras los sangrientos atentados en París, que dejaron 132 muertos y 350 heridos.
El ataque masivo se llevó a cabo sobre un campamento del grupo terrorista cerca de Raqqa. Fuentes del ministerio francés de Defensa indicaron que en total se lanzaron una veintena de bombas desde diez cazas, un ataque de mayor envergadura de los que hasta ahora venía haciendo la aviación francesa en Siria.
Los lugares bombardeados habían sido previamente identificados por misiones de reconocimiento francesas, señaló la fuente.
Añadió que el ataque se produjo en coordinación con las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en la zona y que los aviones habían despegado desde las bases que Francia tiene en Emiratos Árabes Unidos y en Jordania.
El asesor de seguridad de la Casa Blanca, Ben Rhodes, adelantó que “en los próximos días se aumentará la intensidad de los ataques para dejar claro al ISIS que no tienen ningún santuario”. Y aseguró que la estrategia de suministrar armas a los que combaten a este grupo terrorista sobre el terreno “parece estar dando resultados”, en alusión a los avances de milicias kurdas.
Cacería
Por otra parte, la policía difundió ayer la foto de un presunto implicado en los atentados de París, bajo orden de arresto internacional, y concentra ahora su investigación en Bélgica, el país donde podrían haberse planificado los ataques. El sospechoso es Salah Abdeslam, de 26 años, un hombre considerado “peligroso” y que residía en Molenbeek, un barrio popular de Bruselas donde al menos cinco personas han sido detenidas desde los atentados. La orden internacional fue emitida por la justicia belga.
El ruido provocado por la explosión de fuegos pirotécnicos fue, muy probablemente, la causa de la estampida humana que se produjo anoche en la plaza de la República de París, donde una multitud se concentraba en señal de duelo por los atentados del viernes.
|
Hallan los autos
Los ataques del viernes tuvieron lugar simultáneamente en varios puntos de París, cuando hombres armados con Kalashnikov dispararon contra los asistentes a un concierto de rock y contra personas que estaban en las terrazas de varios cafés.
También hubo un ataque contra el Estadio de Francia, en las afueras de París, donde se disputaba un partido de fútbol. Tres suicidas se hicieron estallar en el exterior y el ministro de Deportes francés confirmó ayer que habían intentado entrar en el recinto.
La investigación apunta ahora a Bélgica, donde a principios de semana se alquilaron dos de los vehículos que fueron utilizados en los atentados.
Uno de ellos (un Seat negro) fue hallado ayer de madrugada en las afueras de París con varias armas dentro. El otro (un VW Polo) fue descubierto cerca del Bataclan, la sala de conciertos donde murieron 89 personas.
Nuevas amenazas
Los ataques, que fueron calificados como “acto de guerra” por el presidente francés Francois Hollande, se extenderán a otras partes del mundo según advirtieron los terroristas en las redes sociales.
Entre los potenciales futuros blancos de los yihadistas se encuentran Madrid, Londres, Washington y Roma, según recopilaron medios británicos.
La última vez que Londres fue sacudido por un atentado terrorista fue en julio de 2005, cuando 52 personas murieron en un ataque de terroristas suicidas vinculados a Al Qaeda.
El mes pasado Andrew Parker, jefe del MI5, admitió que el servicio de seguridad “nunca puede estar seguro” en la revelación de todas las tramas terroristas contra el Reino Unido.
Por su parte, Washington, al igual que otras ciudades importantes de EUA, han reforzado las medidas de seguridad tras los ataques terroristas en la capital francesa.
En tanto, el presidente Hollande decretó tres días de duelo nacional en Francia, que está conmocionada y bajo estado de emergencia.
Los terroristas anuncian que las capitales serán sus próximos blancos.
|
David Fritz, un chileno de 23 años, intentó escapar por una ventana de la sala de conciertos Bataclan de París, pero fue tomado como rehén.
Poco después de comenzar el “concierto de los Eagles of Death Metal”, escuché “como un redoblar de tambor”. “Me dije a mí mismo que se parecía a un fusil kalashnikov... porque he jugado a Counter-Strike”, el juego de internet en el que la policía enfrenta a comandos terroristas.
“Mire al foso de orquesta y había gente muerta. Les grité a todos que se acostasen en el suelo. Salí por una ventana, pero un terrorista me pidió que regresará al balcón. Otro seguía disparando y matando gente. El trataba un poco de tranquilizarnos mientras abajo era una carnicería, mataron a todo el mundo”, recuerda el joven.
“Un negociador pidió 20 minutos al terrorista y luego como un relámpago la policía entró al edificio”, concluye el chileno sobre la ‘peor pesadilla’ de su vida.