Mientras Francia bombardea blancos estratégicos del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) en Siria, las fuerzas de seguridad realizaron cerca de 170 redadas con decenas de detenidos en Francia en respuesta a los atentados de París, cinco de cuyos autores ya fueron identificados.
Al mediodía, el país guardó un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de los peores atentados de su historia que dejaron al menos 129 muertos y unos 350 heridos, muchos de ellos de gravedad. Varias ciudades europeas se solidarizaron con esta iniciativa.
Entretanto, nuevos detalles escalofriantes de lo acontecido en el salón de conciertos Le Bataclan, durante la toma de rehenes, emergen en París.
Los sobrevivientes afirman que los terroristas torturaron a varios espectadores que resultaron heridos en las primeras ráfagas de disparos en el inicio del ataque en esa sala de conciertos parisina. En medio del concierto del grupo Eagles of Death Metalcuatro yihadistas irrumpieron en la sala y comenzaron a disparar sus rifles Kalashnikov contra la multitud.
Así quedó la sala de conciertos tras el ataque. Cuerpos por todo el salón, 'fue una verdadera carnicería'.
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Luego de las primeras ráfagas de disparos y con varios de las víctimas aún agonizantes, los terroristas sacaron sus cuchillos para continuar con la matanza. Mariesha Payne, una testigo, señaló: 'Sabíamos que la gente estaba siendo torturada en el teatro porque los oíamos gritar'.
'Cuando nos escapamos un hombre atrapado en el primer nivel nos dijo que los terroristas estaban apuñalando gente en el estómago. Nos dijeron que estaban arrojando explosivos a la gente. Fue una experiencia horrible', agregó la mujer al diario inglés DialyMail.
Luego de penetrar sus cuchillos en los estómagos de las víctimas, los ejecutaban con un disparo, según las descripciones hechas por los testigos que pudieron sobrevivir a la barbarie islamista.
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Junto a otra amiga llamada Christine Tudhope, ambas se escondieron de los terroristas dentro de Le Bataclan. Estaban con dos italianos y decidieron esperar hasta encontra el momento oportuno para huir de la escena de terror. Mientras tanto, escuchaban cómo los fundamentalistas islámicos torturaban con sus cuchillos a quienes estaban tendidos por toda la sala.
Los terroristas también atacaron a los que se encontraban en sillas de ruedas y no pudieron escapar. Nick Alexander, de 36 años, contó lo vivido en esos minutos iniciales: 'Cuando comenzaron a correr, dispararon, por eso nos tiramos al suelo. Ametrallaban a todos. Fueron hasta el cuarto de atrás, donde había gente en sillas de ruedas, y comenzaron a dispararles', agregó.