El sacerdote polaco Krzysztof Charamsa (43), suspendido tras confesarse homosexual, acusó a la Iglesia Católica de “sembrar el odio” contra los homosexuales y hacerles vivir en “un infierno” en una carta al papa Francisco, obtenida por la AFP.
LEA: “Soy un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad”
“Ustedes, con su iglesia, consiguieron hacer de nuestras vidas de homosexuales un infierno”, dice en la carta enviada al papa el 3 de octubre, dos días antes del sínodo de obispos en el Vaticano para debatir los retos de la familia. Ese mismo día, Charamsa, alto funcionario del Vaticano y teólogo declaró públicamente su homosexualidad y presentó a la prensa a su compañero con quien vive ahora en Barcelona, España. Eso le conllevó la suspensión por parte de la Iglesia Católica de Polonia que le impide oficiar y administrar misa y usar sotana. “Si la salvación que la iglesia ofrece no respeta la naturaleza de los homosexuales, rechazo esta salvación”, asegura.
En la misiva se propone ayudar a los homosexuales para “despertar esta iglesia dormida, farisaica e hipócrita, petrificada en sus doctrinas inhumanas, sin misericordia ni caridad... una iglesia que solo sabe perseguir y destruir la vida de millones de gays que son personas espirituales”.
Además llama a los cardenales, obispos y curas homosexuales a “tener el coraje dejar esta iglesia insensible, injusta y violenta”.