Las incesantes lluvias en el sureste de Estados Unidos dejaron numerosas zonas bajo el agua este fin de semana y los meteorólogos alertan de que nuevos aguaceros podrían desencadenar inundaciones sin precedentes.
Los estados de Carolina del Norte y del Sur se han llevado la peor parte, aunque casi todos los estados de la Costa este han sido afectados, y las previsiones alertan de que lo peor todavía no ha llegado.
Aunque no está previsto que toque tierra en la costa este de Estados Unidos, el desplazamiento del huracán Joaquín por el Atlántico dejará más lluvia en dichos estados, golpeados ya por históricas inundaciones. La poderosa tormenta también azotó las Bahamas y ayer se debilitó en su camino hacia Bermudas.
Según los medios, los vientos e inundaciones han causado cinco muertes desde el jueves en EUA.
En Carolina del Norte, los habitantes que residen al borde del mar fueron evacuados hacia zonas más elevadas, informaron los servicios de urgencia de este estado.
Otras tres murieron en accidentes vinculados con las inundaciones en Charleston.
Emergencia
El presidente estadounidense, Barack Obama, decretó el estado de emergencia en Carolina del Sur, uno de los estados más afectados, para desbloquear la ayuda federal.
La estación meteorológicas del aeropuerto de Charleston registró ayer por la mañana más de 40 cm de agua desde el 1 de octubre, un récord según el Servicio Meteorológico Nacional de EUA.
“Estamos acostumbrados a las inundaciones, pero esto es extraordinario”, explicó Edwin Graceley, sargento de la policía.
El centro histórico también registró niveles récords de precipitaciones con unos 35 centímetros de agua en tres días. Se prevé que las abundantes lluvias continúen durante toda la jornada, en especial en el litoral de Carolina del Sur, advirtió el NWS.
“Es la peor inundación que he visto en 10 años”, explicó Jamieson Clair, habitante del barrio histórico.