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Centroamericanas pedirán al papa en EUA defender a migrantes

  • 15 septiembre 2015 /

La campaña se llama cien mujeres y 100 millas, marcha para pedir ayuda migratoria.

Washington, EUA

Con pancartas y la bendición de varios líderes religiosos, cien mujeres iniciaron el martes frente a una prisión del estado de Pensilvania su peregrinaje de cien millas para pedir al papa Francisco, que visitará la próxima semana Estados Unidos, que defienda una reforma migratoria para los indocumentados.

Antes de comenzar su protesta, las mujeres, originarias de El Salvador, Honduras o México, oyeron los estremecedores testimonios de algunos indocumentados frente a una prisión del condado de York (Pensilvania), donde los organizadores aseguran que permanecen encerrados varios inmigrantes a la espera de ser deportados.

Después, las mujeres se agarraron de las manos, se pusieron en círculo e hicieron que sus pies tocaran los de la compañera que tenían al lado para recibir la bendición de diferentes líderes religiosos como la reverenda Windy Bon Courcer, que también se integró en la marcha entre York (Pensilvania) y Washington.

'Estoy en solidaridad con ellas, creo que este es un tema de derechos civiles y de lograr la igualdad para los latinos. Respeto todas y cada una de las historias que estas valientes mujeres llevan en esta marcha', destacó a Efe Bon Courcer, estadounidense nacida en el estado de Massachusetts.

Una de esas historias es la de Carolina Mora, una mexicana de 42 años procedente de Guadalajara en el estado de Jalisco, que tiene cuatro hijos, de 22, 21, 14 y 10 años, el último nacido en EE.UU.

'Estoy indocumentada, tengo hijos y sería un golpe muy duro para mi familia que mi marido o yo fuésemos deportados. Ahora que va a venir el papa y queremos que se haga, por fin, la reforma migratoria justa e integral que llevamos años esperando', subrayó Mora, que viajó desde Los Ángeles (California) para la protesta.

Otra de las historias que se esconde en la caravana es la de Juana Flores, una antigua monja que preparó comidas para Juan Pablo II durante su visita a México 1979, llegó de forma ilegal a Estados Unidos en la década de 1990 y se convirtió en la codirectora de Mujeres Unidas y Activas en San Francisco (California).

'Tenemos mucho trabajo para lograr la dignidad para el mundo que pide el papa, pero creemos que cada paso en nuestro viaje de cien millas nos acercará un paso más', destacó Flores.

Con el objetivo de impulsar la marcha, las mujeres cantan durante el camino melodías religiosas a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen sosteniendo al niño Jesús exhiben en varias de sus pancartas, adornadas también con mensajes como '100 millas, 100 mujeres, peregrinación al papa'.

El destino final es Washington, adonde llegarán el 22 de septiembre para celebrar una vigilia frente a la Casa Blanca, que coincidirá con la visita del papa entre el 22 y el 24 de septiembre a Washington, desde donde el pontífice viajará a Nueva York y Filadelfia, donde se celebrará el Encuentro Mundial de las Familias.

Hoy, en una conferencia telefónica de la Conferencia Episcopal de EE.UU., varios arzobispos destacaron la fuerza del mensaje del 'papa de los pobres', cuyo primer viaje fuera del Vaticano fue a Lampedusa para denunciar el drama de la inmigración.

'El papa traerá un mensaje de esperanza a los inmigrantes y los refugiados. Su mensaje de amor cambiará a los que hablan con el odio. No sabemos exactamente lo que va a decir el papa pero su los inmigrantes están cerca de su corazón', adelantó el arzobispo de Miami, Thomas G. Wenski.

Los activistas defensores de los inmigrantes esperan que el papa reabra el debate sobre inmigración y refugiados con sus palabras ante el Congreso, la Asamblea General de la ONU o ante miles de familias en el Independence Mall de Filadelfia, donde se debatió y firmó la Declaración de Independencia y la Constitución del país.

La visita del primer Pontífice latinoamericano a EEUU ha generado una gran expectación en la comunidad inmigrante, que esperan que el papa se ponga de su lado con un mensaje de reconciliación en un momento en el que el debate migratorio y las tensiones raciales están a flor de piel. EFE