La tumba de Arturo Beltrán Leyva, 'el jefe de jefes' tuvo un costo de $650,000. Posee sistema de alarmas, televisión satelital, dos habitaciones y una cocina. El capo fue abatido durante una operación organizada por la Marina en 2009
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Impresionantes mausoleos con salas de visitas, habitaciones, terrazas para fiestas y hasta blindajes albergan los cuerpos embalsamados de los principales capos narcos muertos por todo México.
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El lujoso mausoleo de Amado Carrillo, 'el señor de los cielos', está valorado en $490,000. Es una capilla con capacidad para 50 personas donde celebran los servicios religiosos de la familia. El capo murió en 1997 mientras era sometido a una cirugía.
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Jardínes de Humaya es el panteón más costoso en Sinaloa. En él se encuentran las tumbas de los narcotraficantes Beltrán Leyva, 'el Jefe de Jefes', y de Nacho Coronel.
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Ignacio Coronel tiene una tumba valorada en 450,000 dólares. Esta equipada con un sistema de música integrado y wifi. Coronel era tío de la actual esposa de Joaquín 'El Chapo' Guzmán. Ambos tenían una alianza para traficar drogas a Estados Unidos.
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Arturo Guzmán, hermano de 'El Chapo', construyó un mausoleo compuesto por 5 edificaciones, una para cada uno de sus hermanos. Está valorado en $1,200,000. Los edificios están equipados con aire acondicionado y lujosas habitaciones para familiares. Arturo fue asesinado en una prisión mexicana.
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Como si de faraones se tratara, los cárteles rinden pleitesía a sus jefes muertos gastando enormes fortunas en cortejos fúnebres y cementerios privados.
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Las familias de los capos contratan a famosos pintores para que adornen la capilla. También se guardan fotos, estatuas religiosas, globos, peluches de los difuntos, entre otras cosas.
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Los familiares colocan imágenes de santos junto a los retratos de sus seres queridos en los gigantescos mausoleos.
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Aquí descansan los restos del máximo líder de los Zetas Heriberto Lazcano, alias Z3 o El Lazca, que murió durante un enfrentamiento con efectivos policiales en la ciudad de Coahuila.
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En el interior de las tumbas también se han colocado diversos objetos que eran los “preferidos” de los que murieron, desde las armas que utilizaron cuando cayeron abatidos, o las réplicas en oro macizo de las “trocas” que tuvieron.
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Foto: La Prensa
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Según medios mexicanos, los capos que están embalsamados son visitados mensual o bimestralmente por su “estilista”, quienes se encargan del corte de pelo, uñas y maquillaje para “conservar su entidad física”.
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El cementerio de Sinaloa es un lugar frecuente para las reuniones de los capos, todos los mauseleos están equipados con habitaciones acondicionadas para sostener dichos encuentros.
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Las impresionantes construcciones deslumbran a los visitantes.
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Las ostentosas tumbas de los grandes capos mexicanos contrastan con la del narcotraficante más poderoso de la historia, el colombiano, Pablo Escobar.
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La famosa placa de Escobar. 'Prefiero una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos'.
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En el Panteón Jardines de Humaya, en una de las orillas de la capital estatal, los narcos abatidos se llevan la ostentación a sus tumbas, que en realidad se parecen más a pequeñas mansiones que a sitios para enterrar cadáveres.
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En los Jardines de Humaya están también las tumbas de la esposa y los hijos de Héctor Salazar alias El Güero Palma, quien mandó asesinar a su esposa por haberle sido infiel. Ahora guarda prisión en Estados Unidos y cuyo imperio se vino abajo tras su captura en los años noventa y posterior extradición.
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Muchas de las tumbas han sido diseñadas por prestigiados arquitectos, las cuales son visitadas por familiares y amigos que llegan en camionetas de lujo. Las visitas suelen convertirse en fiestas que terminan de madrugada y que son amenizadas por conocidos cantantes y grupos de música de banda.