La muerte de un famoso león en África ha desencadenado un movimiento mundial a favor de la protección de los animales gracias al poder de las redes sociales.
Centenares de personas se manifestaron ante el domicilio del odontólogo Walter Palmer quien reconoció ser el responsable de la muerte de “Cecil”, un ejemplar muy famoso en Zimbabue por su inédita melena negra, un icono en las postales turísticas.
Palmer reconoció haber pagado 50,000 dólares por la pieza aunque afirmó que desconocía que la cacería era ilegal.
Simpatizantes de los animales depositaron peluches de leones en señal de protesta ante la clínica propiedad del odontólogo.
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El dentista es un coleccionista de trofeos de cacería de cierto renombre que fue entrevistado por The New York Times en 2009.
Entonces, Palmer alardeó de ser un purista del arco y flecha que ni siquiera caza con arma de fuego.
Sin embargo, la Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF) aseguró que Palmer falló el pasado 6 de julio y además le acusó de emplear métodos poco éticos. El león fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque, de modo que técnicamente ya no sería ilegal cazarlo.
“Palmer disparó a Cecil con un arco y una flecha, pero no lo mató. Lo rastrearon hasta que lo volvieron a encontrar, 40 horas más tarde, y le volvieron a disparar con un arma”, explicó el presidente de la ZCTF, Johnny Rodrigues, a medios locales.
En 2006 Palmer mató ilegalmente a un oso en EUA. Fue condenado por mentir a las autoridades y pasó un año en libertad condicional.
Manifestantes indignados piden que Palmer sea extraditado y juzgado en Zimbabue.
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Un profesor de la universidad de Oxford lanzó un llamado a realizar donaciones para 'revolucionar' la protección de los felinos tras la muerte del león Cecil.
Varios presentadores, incluidos animadores de 'talk show' en EUA están llamando a la gente a contribuir', indicó el profesor David Macdonald, fundador y director de la unidad de investigación y preservación de la fauna de la Universidad británica de Oxford.
Esta unidad, financida solamente por donaciones, había colocado en el cuello de Cecil un collar GPS en 2008 para recoger información sobre la vida de los leones longevos.
Gracias al collar, los restos de Cecil fueron encontrados tras ser enterrados por los hombres que le dieron caza.
Macdonald desea 'que millones de personas donen apenas un poco de dinero a nuestro proyecto, lo que revolucionaría nuestra capacidad para trabajar en la preservación de los leones de Hwange, en Zimbabue', y en todo el mundo', se explicó.