Harare, Zimbabue
Un acaudalado dentista estadounidense provocó una nueva polémica sobre la caza mayor en África al matar a un famoso león de melena negra de Zimbabue, con la ayuda de intermediarios locales que comparecerán el miércoles ante la justicia.
La acusación surgió de la oenegé Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF) y fue confirmada por la Asociación de Operadores de Safaris del país (SOAZ). 'De acuerdo a nuestras informaciones, parece que ya cometió crímenes similares en otras partes', afirmó Emmanuel Fundira, presidente de la SOAZ.
Ni el parque de Hwange ni la policía pudieron confirmar en la jornada si el cazador se encontraba aún en territorio zimbabuense y si sería juzgado.
Walter James Palmer, dentista en Minnesota, ya había dado que hablar en el pasado pero de manera halagüeña por su gran destreza para el tiro con arco. En 2009, el New York Times subrayaba que había aprendido a tirar 'a la edad de cinco años' y que era 'capaz de hacer diana en un naipe colocado a más de 90 metros de distancia'.
En un comunicado, Palmer reaccionó por primera vez. 'Lamento profundamente que proseguir una actividad que me gusta y practico con responsabilidad y en la legalidad se tradujera en la muerte de este león'.
El mismo, que en 2008 habría reconocido la caza furtiva de un oso negro en el Estado de Wisconsin, agregó que 'confió en la experiencia de sus guías locales profesionales, con el objetivo de cazar en un marco legal'. A lo que añadió que desconocía la reputación del león Cecil.
La página en Facebook y el perfil en Twitter de su gabinete fueron cerrados después de haber recibido numerosos insultos. Además, ciudadanos estadounidenses comenzaron a formar un memorial improvisado delante de la puerta de su trabajo con peluches y flores en homenaje al león.
En Zimbabue, la caza solamente es autorizada en reservas privadas y respetando ciertas cuotas, pero no así en los parques nacionales como el de Hwange, que el año pasado acogió a unos 50,000 visitantes, de los cuales 23,000 extranjeros.
40 horas de asedio
Según la oenegé ZCTF, el león Cecil habría sido atraído fuera del parque utilizando como cebo un animal amarrado a un vehículo, después de que fuera localizado por la noche con un foco luminoso.
Palmer habría disparado contra Cecil con su arco, alcanzando a herirlo, para después matarlo con un tiro de fusil tras cuarenta horas de asedio, según la oenegé que añade que el cazador habría pagado 50,000 dólares a su intermediario.
Los cazadores intentaron sin éxito disimular el emisor GPS del león, instalado en el marco de un programa de investigación de la universidad de Cambridge. A continuación, Cecil fue despedazado y su cabeza no se halló por el momento, precisó la oenegé.
'Lo más triste de todo esto, ahora que Cecil está muerto, el león que lo sigue en la jerarquía, Jericho, probablemente matará a todos los hijos del primero para privilegiar a sus descendientes ante las hembras como lo imponen las reglas sociales normales entre leones', lamenta la oenegé.
Un acaudalado dentista estadounidense provocó una nueva polémica sobre la caza mayor en África al matar a un famoso león de melena negra de Zimbabue, con la ayuda de intermediarios locales que comparecerán el miércoles ante la justicia.
La acusación surgió de la oenegé Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF) y fue confirmada por la Asociación de Operadores de Safaris del país (SOAZ). 'De acuerdo a nuestras informaciones, parece que ya cometió crímenes similares en otras partes', afirmó Emmanuel Fundira, presidente de la SOAZ.
Ni el parque de Hwange ni la policía pudieron confirmar en la jornada si el cazador se encontraba aún en territorio zimbabuense y si sería juzgado.
Walter James Palmer, dentista en Minnesota, ya había dado que hablar en el pasado pero de manera halagüeña por su gran destreza para el tiro con arco. En 2009, el New York Times subrayaba que había aprendido a tirar 'a la edad de cinco años' y que era 'capaz de hacer diana en un naipe colocado a más de 90 metros de distancia'.
En un comunicado, Palmer reaccionó por primera vez. 'Lamento profundamente que proseguir una actividad que me gusta y practico con responsabilidad y en la legalidad se tradujera en la muerte de este león'.
El mismo, que en 2008 habría reconocido la caza furtiva de un oso negro en el Estado de Wisconsin, agregó que 'confió en la experiencia de sus guías locales profesionales, con el objetivo de cazar en un marco legal'. A lo que añadió que desconocía la reputación del león Cecil.
La página en Facebook y el perfil en Twitter de su gabinete fueron cerrados después de haber recibido numerosos insultos. Además, ciudadanos estadounidenses comenzaron a formar un memorial improvisado delante de la puerta de su trabajo con peluches y flores en homenaje al león.
En Zimbabue, la caza solamente es autorizada en reservas privadas y respetando ciertas cuotas, pero no así en los parques nacionales como el de Hwange, que el año pasado acogió a unos 50,000 visitantes, de los cuales 23,000 extranjeros.
40 horas de asedio
Según la oenegé ZCTF, el león Cecil habría sido atraído fuera del parque utilizando como cebo un animal amarrado a un vehículo, después de que fuera localizado por la noche con un foco luminoso.
Palmer habría disparado contra Cecil con su arco, alcanzando a herirlo, para después matarlo con un tiro de fusil tras cuarenta horas de asedio, según la oenegé que añade que el cazador habría pagado 50,000 dólares a su intermediario.
Los cazadores intentaron sin éxito disimular el emisor GPS del león, instalado en el marco de un programa de investigación de la universidad de Cambridge. A continuación, Cecil fue despedazado y su cabeza no se halló por el momento, precisó la oenegé.
'Lo más triste de todo esto, ahora que Cecil está muerto, el león que lo sigue en la jerarquía, Jericho, probablemente matará a todos los hijos del primero para privilegiar a sus descendientes ante las hembras como lo imponen las reglas sociales normales entre leones', lamenta la oenegé.