Cerca de 2,500 turistas han abandonado Túnez en las últimas horas como consecuencia del atentado que el viernes causó la muerte de 39 personas en un hotel de la ciudad costera de Susa, informaron responsables del sector turístico.
Todos ellos han partido de los aeropuertos aledaños y de la propia capital, donde se ha creado cierta confusión con la llegada de numerosos vuelos charter fletados por las compañías turísticas para recoger a sus asustados clientes.
Susa es un constante ir y venir de autobuses desde que el viernes a mediodía dos jóvenes se presentaron en la playa del hotel 'Marhaba Imperial' y abrieran fuego de manera indiscriminada contra las decenas de personas que tomaban el sol o jugaban en la arena.
Los jóvenes persiguieron a los turistas hasta el interior del hotel donde fueron repelidos por las fuerzas de Seguridad, que mataron a uno de ellos.
El otro fue capturado poco después a un kilómetro de la zona hotelera de Al Kantaoui-Susa, cuando huía en dirección a la autopista.
Otras dos personas más fueron detenidas por su presunta relación con la matanza.
Desde entonces, el desfile de maletas hechas a toda prisa tiradas por rostros tristes y nerviosos es la estampa más común en esta ciudad del sur tunecino asomada al Mediterráneo, donde el turismo es la principal actividad económica.
Cola de turistas británicos que intentan abandonar el país atemorizados tras el atentado del viernes.
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La mayor parte se marcha impelidos por el propio miedo, otros por consejo de sus embajadas y agencias de viajes.
'Hemos pensado mucho si quedarnos porque habíamos esperado mucho estas vacaciones. Pero nos han dicho que lo mejor es salir. Así que vamos para el aeropuerto', explicó una turista británica en uno de los hoteles vecinos al atacado.
En el hotel Kantauoi Center, ocupado principalmente por rusos, la situación era la contraria.
Turistas tostándose al sol al ritmo de la música occidental y las actividades programadas por la dirección tunecina, como el aeróbic acuático, en marcha.
'No, no creo que vuelvan a atacar. Aquí en el hotel creo que estamos seguros. Hemos oído que se ha pedido a la gente marcharse, pero nuestra intención es quedarse', explicó un turista en la piscina del hotel Ekhaterina.
La acción, que coincidió con los atentados de Francia y Kuwait, ha sido reivindicada por Isis a través de un mensaje en las redes sociales que es investigado por las autoridades tunecinas.
Turistas se acercaron a depositar flores al lugar del crimen.
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