21/12/2024
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EUA: Capturan al sospechoso de la masacre en Charleston

  • 18 junio 2015 /

El FBI identificó al sospechoso como un joven de 21 años llamado Dylan Roof.

Carolina del Sur, Estados Unidos.

El joven blanco de 21 años sospechoso de matar a nueve personas en una iglesia de la comunidad negra en la ciudad de Charleston, ha sido arrestado, anunciaron medios estadounidenses este jueves.

Dylann Roof fue detenido en Carolina del Norte, en un control de tráfico e iba armado, señalaron las autoridades, según indicó la cadena CNN.

El presunto asesino fue identificado por uno de sus tíos, Carson Cowles, quien aseguró que el sospechoso es un chico 'muy tranquilo y de baja voz'.

En un principio, Cowles no podía creer lo que veía, pero pronto debió admitirlo: 'Más lo veo, más me convenzo. Es él', dijo este hombre de 56 años al Post and Courier, un periódico de Charleston. Agregó que en abril el joven recibió como regalo una pistola calibre 45. Cumplía 21 años y su padre eligió ese presente.

Roof tiene antecedentes penales por uso de drogas.

'Ustedes violan a nuestras mujeres y se apoderan de mi país'

La comunidad de Charleston, aún conmocionada por 'el crimen de odio' que aumenta la tensión racial en ese país, amaneció con la interrogante de que pudo haber llevado a este joven a cometer dicha masacre.

El sospechoso asistió anoche a una de las iglesias de la comunidad negra más antiguas de la ciudad, la Emanuel African Methodist Episcopal Church.

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El hombre permaneció más de una hora en una sesión de estudio de la biblia, muy frecuentes en las iglesias del sur de Estados Unidos, tanto entre semana como el domingo. La prima del pastor, una de las víctimas del tiroteo, aseguró que una de las mujeres supervivientes le contó cómo habían sucedido los hechos.

Despúes de abrir fuego y mientras intentaban convencerle para que parara, el joven aseguró: 'Tengo que hacerlo. Ustedes violan a nuestras mujeres y se están apoderando de nuestro país. Se tienen que ir'.

Entretanto, tras el arresto, la comunidad intenta recuperarse del duro golpe mientras las autoridades investigan los hechos.