El panorama en gran parte del campo centroamericano es desolador: grandes extensiones resecas, ganado con signos evidentes de desnutrición y suelos resquebrajados por una sequía crónica que amenaza la producción de alimentos y tiene en riesgo a 2,5 millones de personas.
La ausencia de lluvias, que normalmente deberían haber empezado a caer en mayo, mantiene a cientos de miles de agricultores centroamericanos en suspenso, a la espera de una señal del cielo para iniciar la siembra.
Pero las señales son negativas. Los pronósticos de los servicios meteorológicos apuntan a un año menos lluvioso aún que 2014 a lo largo de una extensa franja del Pacífico centroamericano conocida como el 'corredor seco'.
Los gobiernos de la región han tomado medidas de emergencia que incluyen la asignación de recursos especiales para atenuar el impacto del fenómeno, pero la gravedad del problema hace temer a los productores y a los mismos funcionarios que la ayuda resulte insuficiente.
'Estamos muy preocupados porque se están juntando dos años de sequía, creemos que el 2015 será peor que 1997, que es el año más seco que se ha registrado hasta ahora', dijo a la AFP el director de Extensión Agropecuaria del Ministerio de Agricultura de Costa Rica, Felipe Arguedas.
Esta es la tónica en toda Centroamérica, afectada por la prolongación del Niño, un fenómeno climático que produce sequía en el Pacífico y lluvias abundantes en El Caribe.
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El fantasma del hambre
El 2014 fue un año que dejó hambre y desolación en el istmo, especialmente en Guatemala y Honduras, que sufrieron los mayores estragos en una población conjunta de al menos 1,8 millones de personas.
Cifras oficiales indican que 70% de la segunda cosecha de maíz y el 45% de la de frijoles, dos granos esenciales en la dieta popular, se perdieron en Honduras; 45.000 toneladas de arroz en Nicaragua; 181.000 toneladas de maíz en El Salvador.
La Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) de Honduras estima que unas 122.000 familias, en torno a las 610.000 personas, se vieron afectadas por el impacto del Niño en 2014 y que esa cifra se ampliará este año debido al recrudecimiento de la sequía.