Tiene tres años de edad y ya se paró frente a un juez en una corte de migración para solicitar el estatus de refugiado en Estados Unidos, país donde llegó hace un año, junto a su madre, huyendo de la violencia en Honduras.
El caso del pequeño Íker Velásquez ha conmovido a los estadounidenses luego de que su historia se difundiera en los medios de comunicación hispanos de Chicago, donde el menor acudió ayer con sus padres, Evelyn y Emanuel Velásquez, para asistir a una audiencia inicial ante la jueza de Inmigración Jennie L. Giambastiani.
La organización Liga de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC) y el abogado Christopher Helt son los defensores de esta familia de origen hondureño.
El 'catrachito' y su madre solicitaron asilo político cuando llegaron a Estados Unidos el pasado 9 de Mayo de 2014 luego de que emigraran a ese país por amenazas recibidas en Honduras.
Iker añora que un juez en Chicago le otorgue asilo luego de entrar ilegalmente con su mamá tras huir de la violencia en Honduras.
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Christopher Helt, abogado de inmigración que aceptó llevar el caso probono del pequeño hondureño y su madre, explicó que los menores en Honduras deciden huir del país por la violencia que este país sufre a manos de las pandillas.
Ahora, Íker enfrenta una larga batalla migratoria luego de que la jueza decidiera que la próxima audiencia del menor y su madre se postergue hasta abril de 2016.