San Salvador.
Unos 400 pandilleros fueron trasladados este viernes de prisiones en el norte y oriente de El Salvador a otra de mayor seguridad en Izalco, 66 km al oeste de la capital, para cortarles la comunicación con sus bandas en el exterior y evitar nuevos delitos, informó una fuente oficial.
La Dirección General de Centros Penales (DGCP) anunció 'el traslado de 400 internos de los penales de Ciudad Barrios y Chalatenango hacia el penal de Izalco', sin especificar a que pandilla pertenecen los reclusos.
Recientemente, el director general de la DGCP, Rodil Hernández, aseguró que los traslados se realizan 'para cortar todo canal de comunicación' que le permite a los cabecillas encarcelados ordenar a sus bandas, conocidas como pandillas o 'maras', la comisión de delitos fuera de la prisión.
Según las autoridades, 23 policías y seis militares han muerto en lo que va del año a manos de las pandillas, pero las víctimas de la violencia totalizaron 1.194 entre el 1 de enero y el 5 de abril, según las estimaciones oficiales.
Otra de las medidas ordenadas por el presidente fue la creación de batallones de 'reacción inmediata', uno de la Policía y tres del Ejército, para combatir a las maras.
Compromiso de las maras
La prensa local dio a conocer este viernes un comunicado en que las pandillas se comprometen a respetar la vida de policías, soldados, guardias de las prisiones, jueces, funcionarios públicos y políticos, así como a reducir los asesinatos en general.
'Desde ya estamos girando instrucciones de acuartelamiento a nuestras unidades, de almacenamiento de hierros y pertrechos (armas)', señalaron en su comunicado las peligrosas pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, de acuerdo con el El Diario de Hoy.
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Las autoridades calculan que en el país hay unos 70.000 pandilleros, de los cuales 10.000 se encuentran presos y otros 60.000 siguen en las calles, generando en parte la ola de violencia que sacude al país.
