El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, levantó hoy la orden de suspensión de los bombardeos de las Fuerzas Armadas contra los campamentos de las FARC, en respuesta al ataque de este grupo armado que dejó once militares muertos en el suroeste del país.
En una alocución desde la ciudad colombiana de Cali (suroeste), donde encabezó un consejo de seguridad, Santos señaló que el incidente es producto de 'un ataque deliberado, no fortuito de las FARC y eso implica un claro rompimiento de la promesa de un cese al fuego unilateral' que esa guerrilla inició el pasado 20 de diciembre.
En la madrugada de hoy diez soldados y un suboficial murieron en un ataque perpetrado por las FARC contra un pelotón del Ejército que se encontraba descansando en un recinto deportivo en el corregimiento de Timba, perteneciente al municipio de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, suroeste del país.
En respuesta a ese alto el fuego, Santos ordenó el 10 de marzo suspender los bombardeos contra los campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante un mes, y el pasado jueves renovó el mandato como un paso para reducir la intensidad del conflicto armado que azota al país desde hace más de medio siglo.
Por su parte, los negociadores de las FARC en La Habana señalaron que este ataque se debe a la 'incoherencia' del Gobierno, que 'está ordenando operativos militares contra una guerrilla en tregua'.
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El líder guerrillero Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias 'Pastor Alape' convocó a Santos para que inicie un 'cese al fuego bilateral' que, en su opinión, 'es urgente para la nación'.
A pesar de la decisión de responder al ataque de hoy, Santos insistió en su propósito de acelerar las negociaciones con las FARC en La Habana.