Una decena de madres detenidas en el centro para familias inmigrantes de Karnes City, en Texas, Estados Unidos, inició hoy una huelga de hambre parcial para exigir a las autoridades su puesta en libertad y la de sus hijos, informaron sus abogados.
La protesta, que es la segunda en pocos días, consiste en ingerir una sola comida al día y en rechazar el trabajo que realizan dentro del centro a cambio de tres dólares diarios.
Las madres detenidas ya protagonizaron una huelga de hambre masiva a principios de abril, a la que las autoridades respondieron poniendo a tres de las líderes en régimen de aislamiento y amenazando al resto con separarlas de sus hijos, denunció la organización Raíces, que representa legalmente a algunas de estas mujeres.
Fue entonces, el 4 de abril, cuando las mujeres pusieron fin a la huelga de hambre y dieron un margen de 10 días a las autoridades para negociar sus demandas antes de empezar la segunda protesta iniciada hoy.
Durante este periodo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), la agencia federal que administra los centros de detención para familias inmigrantes, ha liberado a Kenia Galeano, la mujer hondureña que lideró la protesta, y a su hijo de dos años.
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Por su parte, el ICE, en un comunicado emitido hoy, afirmó que la agencia 'se toma muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de las personas a su cargo' y advirtió que 'seguirá de cerca' a las residentes del centro de Karnes City para 'verificar' que ingieren las tres comidas diarias.
Pese a eso, mostró su 'pleno respeto' por el derecho de las detenidas a 'expresar sus opiniones sin interferencias'.
A principios de abril, el ICE puso en duda la veracidad de la anterior huelga de hambre y acusó a Raíces y a los otros representantes legales de las detenidas de incitarlas a la protesta.
Karnes City, ubicado a unos 80 kilómetros al sur de la ciudad de San Antonio (Texas), es uno de los cuatro centros de detención para familias con los que cuenta Estados Unidos y que dependen del ICE.
Los otros están ubicados en Dilley (Texas), Artesia (Nuevo México) y Leesport (Pensilvania), y en pleno rendimiento pueden albergar a cerca de 4.000 inmigrantes indocumentados.
La mayoría de las mujeres detenidas provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador y cruzaron la frontera durante el pasado año fiscal, en una oleada de indocumentados que provocó la decisión del Gobierno estadounidense de reabrir estas instalaciones con el objetivo de disuadir nuevas llegadas.
Gestionado por la empresa privada GEO Group, el centro de Karnes City ya ha estado en el ojo del huracán por diversos escándalos, entre ellos varias denuncias por abuso sexual de guardias a reclusas.
El inicio hoy de la protesta coincidió con la entrega de unas 13.000 peticiones a la directora del ICE, Sarah Saldaña, para que libere a las mujeres y cierre los centros de detención.
'Estas madres y sus niños han llegado a Estados Unidos huyendo de una violencia terrible y en busca de seguridad, y en lugar de eso están encerradas', reza la petición. EFE