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Científicos culpan al cambio climático por los misteriosos cráteres en Siberia

  • 13 marzo 2015 /

Los expertos aseguran que los misteriosos fosos gigantes son producto de explosiones de metano acumulado bajo el suelo.

Moscú, Rusia.

El misterio está resuelto. Los siete fosos gigantes descubiertos en Siberia no son producto de aliens o caída de meteoritos. Hasta el momento, la principal hipótesis de los expertos rusos sobre la causa de estas crecientes formaciones es la explosión de gas generada por el derretimiento del permafrost a su vez provocado por el aumento de temperatura.

El derretimiento del hielo subterráneo provoca un aumento en la presión, por lo que el gas metano saldría a la superficie en forma de este tipo de cráteres.

Así lo anunciaron científicos rusos, que además confirmaron el hallazgo de seis nuevos cráteres en la zona denominada 'el fin del mundo' ubicada en un área remota de Siberia, agregando que el misterioso fenómeno estaba relacionado con el cambio climático, según recoge el diario inglés The Guardian.

'Ahora sabemos de la existencia de siete cráteres en el área ártica. Cinco están directamente en la península de Yamal, uno en el distrito autónomo de Yamal y otro en el norte de la región de Krasnoyarsk, en la peníncula de Taymir', explica Vasily Bogoyávlenski, subdirector del Instituto de Investigación de Petróleo y Gas de Moscú.

Foto: La Prensa

Se ha programado una expedición al último cráter descubierto para determinar si se formó de la misma manera que los anteriores.
Los científicos todavía están intentando estimar el peligro que representan los fosos gigantes. El metano es extremadamente inflamable y al menos uno de los cráteres se encuentra ubicado cerca de un depósito de gas.

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Dos de los fosos recién descubiertos se han convertido en lagos. En este sentido uno de los descubrimientos más interesantes está relacionado con un cráter bautizado como 'B2', que ahora es un lago rodeado por más de 20 cráteres más pequeños.

'Al estudiar las imágenes de satélite encontramos que inicialmente ahí no había ni cráteres ni un lago. Algunos cráteres aparecieron y seguidamente lo hicieron otros más. Después, supongo, se llenaron con agua y se convirtieron en varios lagos que se juntaron luego formando un único lago, con un tamaño de 50 por 100 metros', concluyó.