El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, urgió al Congreso a aprobar los 1,000 millones de dólares solicitados para el plan Alianza para la Prosperidad, que busca promover el desarrollo en el Triángulo Norte de Centroamérica y frenar la inmigración ilegal.
'El presidente (Barack Obama) y yo estamos decididos a abordar los problemas en El Salvador, Guatemala y Honduras, y a ayudar a estos países en su camino hacia la prosperidad económica', subrayó Biden.
Los 1,000 millones de dólares solicitados al Congreso en el plan presupuestario de Obama para el año fiscal 2016 'ayudarán a los líderes de Centroamérica a realizar las difíciles reformas e inversiones necesarias para poner a la región en un camino más estable y sostenible', agregó el vicepresidente.
Según Biden, esos fondos persiguen tres objetivos: reforzar la seguridad para reducir la violencia en esos países, luchar contra la corrupción y proporcionar asistencia técnica para atraer inversión internacional hacia la región.
Como recordó el vicepresidente, Guatemala, Honduras y El Salvador son tres de los cinco países más violentos del mundo, según la ONU, en un listado que completan Belice, también vecino de la región, y Venezuela.
Los detalles del plan, auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se cerrarán la próxima semana en Washington.
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La Alianza para la Prosperidad, presentada en noviembre pasado en Washington, requiere de unos 15,000 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento correrán a cargo de Guatemala, El Salvador y Honduras, que conforman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica.