Washington, Estados Unidos.
Esta será una semana crucial para los indocumentados en Estados Unidos. Un juez deberá decidir en los próximos tres días si emite o no una orden que bloquee en forma temporal las acciones del presidente Barack Obama sobre inmigración, como se lo ha solicitado una coalición de 26 estados del país.
El juez Andrew S. Hanen, de la Corte Federal para el Distrito Sur de Texas, podría tomar una decisión antes del próximo miércoles, el día en que el Gobierno de Estados Unidos comenzará a recibir las solicitudes de quienes pretendan ser beneficiados bajo la forma ampliada del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Daca), una de las acciones incluidas en el plan migratorio de Obama.
La coalición de 26 entidades, encabezada por Texas, interpuso el pasado 3 de diciembre una demanda contra la acción ejecutiva de Obama, que protege temporalmente de la deportación a más de cinco millones de indocumentados y los autoriza a obtener permisos de trabajo por tres años, entre otros beneficios.
La demanda pide que se emita una 'orden judicial preliminar', que bloquee temporalmente los programas derivados de la acción ejecutiva del Presidente, en tanto la querella es considerada por la Corte.
Aunque el Congreso está en receso esta semana, los republicanos dejaron pendiente su plan para entorpecer aun más la implementación de las medidas ejecutivas, por medio del bloqueo de fondos para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que tiene una partida para inmigración.
'Los republicanos quieren jugar, pero nosotros somos serios. Vamos a inscribir a la gente y a ignorar el ruido de Washington', señaló el demócrata de Illinois Luis Gutiérrez.
Esta será una semana crucial para los indocumentados en Estados Unidos. Un juez deberá decidir en los próximos tres días si emite o no una orden que bloquee en forma temporal las acciones del presidente Barack Obama sobre inmigración, como se lo ha solicitado una coalición de 26 estados del país.
El juez Andrew S. Hanen, de la Corte Federal para el Distrito Sur de Texas, podría tomar una decisión antes del próximo miércoles, el día en que el Gobierno de Estados Unidos comenzará a recibir las solicitudes de quienes pretendan ser beneficiados bajo la forma ampliada del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Daca), una de las acciones incluidas en el plan migratorio de Obama.
La coalición de 26 entidades, encabezada por Texas, interpuso el pasado 3 de diciembre una demanda contra la acción ejecutiva de Obama, que protege temporalmente de la deportación a más de cinco millones de indocumentados y los autoriza a obtener permisos de trabajo por tres años, entre otros beneficios.
La demanda pide que se emita una 'orden judicial preliminar', que bloquee temporalmente los programas derivados de la acción ejecutiva del Presidente, en tanto la querella es considerada por la Corte.
Aunque el Congreso está en receso esta semana, los republicanos dejaron pendiente su plan para entorpecer aun más la implementación de las medidas ejecutivas, por medio del bloqueo de fondos para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que tiene una partida para inmigración.
'Los republicanos quieren jugar, pero nosotros somos serios. Vamos a inscribir a la gente y a ignorar el ruido de Washington', señaló el demócrata de Illinois Luis Gutiérrez.
