Los acuerdos financieros logrados en la gira por países petroleros permitirán al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que llegó hoy a su país, activar una serie de medidas para impulsar un modelo de 'socialismo productivo' del que dijo, dará detalles el próximo martes.
El presidente, que pasó doce días de viaje y visitó a los jefes de gobierno de China, Rusia, Arabia Saudí, Irán, Argelia, Catar y Portugal dijo este sábado que su gira fue 'provechosa' y que logró, no solo financiación 'líquida' para 'el desarrollo del país' sino también 'amarrar' acuerdos económicos en varios de estos países.
Pero, pese a haber señalado el éxito de dos de los objetivos que tuvo su gira, como la financiación y los acuerdos, el mandatario indicó que para alcanzar las metas que tienen que ver con el logro de un consenso para la defensa y detención de la caída de los precios del petróleo 'falta todavía trabajo'.
El presidente llegó al aeropuerto internacional Simón Bolívar que sirve a Caracas antes del mediodía y tras ser recibido por ministros y otros funcionarios, se subió al puesto de piloto de un autobús de servicio público que condujo hasta el palacio presidencial de Miraflores donde lo esperaban decenas de simpatizantes.
A ese público explicó que los precios del petróleo, principal fuente de ingresos del país, estaban mostrando una caída abrupta y de ahí la importancia de haber hecho esta gira en la que se lograron los acuerdos para garantizar la cobertura para los años 2015 y 2016 aunque el precio del crudo 'llegue a donde llegue'.
El presidente también agradeció al 'pueblo' por resistir al supuesto 'sabotaje económico' que hacen sectores empresariales opositores para desestabilizar su Gobierno y que llegó a su 'máxima expresión' durante su gira y que consiste, entre otras acciones, en 'esconder' productos de primera necesidad.
'Nosotros estamos en una disyuntiva existencial de la revolución bolivariana, o nosotros avanzamos por el camino del socialismo productivo, o acabamos las mafias criminales, o esas mafias pudieran acabar la revolución', dijo.
Llamó, en este sentido, a emprender un 'plan de aceleración de la transición productiva para salvar la revolución', una petición que hace después de cerrar el 2014 en recesión, con una inflación interanual del 63 % y un precio del petróleo venezolano que ya se ubica en menos de 40 dólares por barril.
Criticó, además, a unos supuestos 'insensatos que se hacen llamar líderes de la oposición' de enviar gente a las colas de los supermercados para 'azuzar saqueos' y comentó que hay algunas personas que fueron detenidas en esos espacios por, presuntamente 'jugar con la paz del país'.
En este sentido pidió al 'pueblo' mantenerse unido frente a los rumores, a la especulación y a los revendedores que aprovechan esta circunstancia de desabastecimiento y a 'no caer en la guerra psicológica'.
También señaló al sector privado que supuestamente se encarga de la red de distribución y comercialización de los alimentos y otros productos básicos, de hacer 'la guerra económica' que causa estas fallas de abastecimiento y ordenó citar a los responsables para hacerles cumplir las leyes pues de lo contrario serán sancionados.
Durante la ausencia del presidente la situación de desabastecimiento en el país se agudizó y frente a los abastos y supermercados se podían ver largas colas de consumidores para adquirir productos escasos como leche, pañales, café o detergente.
En este escenario, dirigentes opositores como el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles y el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, reclamaron que las malas políticas económicas del Gobierno eran las causantes de la escasez.
Capriles dijo, además, que en los próximos días la MUD dará a conocer un plan de protestas de calle que propuso para manifestarse contra esta situación.
Hoy, durante un acto que encabezó como gobernador del céntrico estado Miranda, Capriles reiteró su llamado al señalar que el pueblo 'es quien tiene el poder para salir de esta crisis económica' y pidió no cruzarse de brazos y aceptar las colas, la inflación, el desabastecimiento.