Desde Birmania, el presidente Barack Obama, se pronunció hoy sobre el sistema migratorio en Estados Unidos, y se mostró firme en su decisión de actuar sobre inmigración mediante una ley ejecutiva que se espera anuncie la próxima semana, mientras la presión republicana en contra crece.
Obama, al cierre de su visita en el país birmano, recordó que hace varios meses advirtió al líder republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, de que, si el Congreso no actuaba, él usaría 'toda la autoridad legal' que posee para tratar de que el sistema migratorio 'funcione mejor'.
'Y eso va a suceder, va a suceder antes de que finalice el año', enfatizó el presidente, que regresará a Estados Unidos el domingo tras una gira por China, Birmania y Australia.
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Poco después, desde Washington, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, insistió en las palabras de Obama al remarcar que 'esperar no es una opción' y que la esperanza del Gobierno es que 'el Congreso seguirá su ejemplo y hará lo correcto' aprobando una reforma migratoria.
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Mientras, para los republicanos, que tendrán el control de ambas cámaras del Congreso a partir de enero, está en juego demostrar su compromiso con los hispanos, que serán clave en las elecciones presidenciales de 2016, sin perder de vista a sus votantes más conservadores, que se oponen a una 'amnistía' migratoria.
Las medidas de Obama
En los últimos dos días, han aparecido las primeras filtraciones en la prensa sobre el plan ejecutivo de Obama, que evitaría la deportación de entre 4,5 y 5 millones de indocumentados, según la cadena Fox y The New York Times.
Una 'pieza clave' del plan de Obama, es permitir que muchos padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales obtengan permisos de trabajo y eviten así la amenaza de la deportación.
Por su parte, la cadena Fox reveló que el plan contiene 10 propuestas para aumentar la seguridad fronteriza, mejorar el pago a los funcionarios de inmigración y expandir la Acción Diferida, una medida ejecutiva de 2012 que ha evitado la deportación de más de 580.000 jóvenes que llegaron indocumentados a EUA cuando eran niños.
Boehner declaró que Obama está 'jugando con fuego' y que cualquier acción unilateral que adopte eliminará la posibilidad de aprobar una reforma migratoria en el Congreso, además de 'poner en peligro' el consenso bipartidista en otros asuntos.
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Entretanto, el legislador Luis Gutiérrez aseguró hoy que 'los decretos que deben beneficiar a millones de inmigrantes en situación irregular en Estados Unidos están preparados para recibir la firma del presidente Barack Obama'.
'Quisiera estar en sus casas cuando llegue un sobre del gobierno estadounidense con una tarjeta adentro, diciéndoles que pueden trabajar y vivir sin miedo', les dijo Gutiérrez a los inmigrantes que, ya en sillas de ruedas, mantienen desde hace dos semanas una huelga de hambre en espera de una solución a su situación.
El jueves, 116 legisladores del oficialista Partido Demócrata enviaron una carta al presidente Obama pidiéndole urgencia en el tratamiento de la cuestión y que cumpla su promesa de firmar decretos antes de fin de año.