Ciudad de México.
Cuarenta y tres estudiantes mexicanos desaparecieron en la noche del 26 de septiembre en medio de ataques de la policía de la ciudad de Iguala (Guerrero, sur) y sicarios del narcotráfico.
Estos son los principales eventos de este caso que ha motivado la peor crisis desde el inicio de la presidencia de Enrique Peña Nieto en 2012 y ha escandalizado a la comunidad internacional: 57 estudiantes de una escuela de Ayotzinapa (Guerrero) desaparecen tras ser víctimas de ataques a tiros de la policía local y sicarios del cártel narcotraficante Guerreros Unidos en los que mueren seis personas. Los jóvenes, la mayoría de entre 18 y 21 años, se habían desplazado a Iguala para recaudar fondos y en el momento del ataque se habían apoderado de dos autobuses para regresar a su escuela.
Son encontrados ilesos 14 de los estudiantes desaparecidos, que estudian para ser maestros rurales en una emblemática escuela conocido por su formación socialista y sus contundentes acciones políticas.
Encuentran los restos de 28 personas en fosas clandestinas cerca de Iguala. Los primeros peritajes descartaron que entre ellos hubiera estudiantes desaparecidos.
El presidente Enrique Peña Nieto, que ordenó a la fiscalía general asumir este caso, prometió que no habrá impunidad para el crimen. Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) se unen a los reclamos internacionales, entre ellos de la ONU, para que México esclarezca el crimen.
La fiscalía anuncia la captura de Sidronio Casarrubias, supuesto líder de Guerreros Unidos.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, se aparta del cargo en medio de violentas protestas que reclamaban su dimisión por su falta de reacción en este caso y por no haber frenado la violencia en su región, que tiene los índices de asesinatos más elevados de México.
La fiscalía eleva de 28 a 38 el número de cádaveres encontrados en una decena de fosas clandestinas y que aún no han sido identificados. Peña Nieto recibe por primera vez a las familias de los desaparecidos y les pide confianza en las investigaciones. Los padres son escépticos respecto a las autoridades y aseguran que sus hijos siguen con vida.
Policías federales mexicanos capturan en Ciudad de México al exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, ambos acusados de estar al servicio de los Guerreros Unidos. La fiscalía acusa a Abarca de ordenar a sus policías que reprimieran a los combativos estudiantes porque pensaba que iban a sabotear un acto público de su esposa.
Más de 60.000 mexicanos volvieron a protestar en Ciudad de México para exigir la aparición con vida de los jóvenes y castigo para todos los responsables del crimen.
La fiscalía informa que detenidos confesaron que los estudiantes fueron asesinados y sus cadáveres incinerados, aunque recalca que hasta no tener pruebas científicas de ello los seguirá considerando como desaparecidos.
Cuarenta y tres estudiantes mexicanos desaparecieron en la noche del 26 de septiembre en medio de ataques de la policía de la ciudad de Iguala (Guerrero, sur) y sicarios del narcotráfico.
Estos son los principales eventos de este caso que ha motivado la peor crisis desde el inicio de la presidencia de Enrique Peña Nieto en 2012 y ha escandalizado a la comunidad internacional:
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septiembre
30
septiembre
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octubre
6
octubre
El presidente Enrique Peña Nieto, que ordenó a la fiscalía general asumir este caso, prometió que no habrá impunidad para el crimen.
7
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octubre
23
octubre
24
octubre
La fiscalía eleva de 28 a 38 el número de cádaveres encontrados en una decena de fosas clandestinas y que aún no han sido identificados.
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noviembre
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