La demora en la reforma migratoria ha desilusionado a muchos votantes hispanos. A pesar de ello, un 70% se muestra inclinado a votar por los demócratas, según la última encuesta publicada por la Universidad Florida Atlantic. El problema es que se calcula que solo un tercio de los hispanos elegibles ejercerán su derecho en las legislativas del próximo martes.
La cifra es muy parecida a la de las últimas legislativas de 2010.
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Apatía
Las llamadas “mid-term” elections siempre han despertado escaso interés a pesar de su importancia.
El exportavoz hispano de la Casa Blanca, Luis Miranda, indicó a Diario La Prensa que la prometida acción ejecutiva en materia de inmigración “estará menos protegida” si el control del Senado pasa a manos de los republicanos, una posibilidad que prevén muchas encuestas. “Intentarían quitarle los fondos o introducir cambios”, advierte el exasesor de Obama.
Capacidad de influencia
El peso del voto latino es menos decisivo en estas elecciones que en las presidenciales. La batalla principal, el Senado, se centra en solo seis estados, ya que se renueva solo un tercio de la cámara alta.
Colorado, Carolina del Norte y Georgia aparecen como los estados donde los hispanos podrían desequilibrar la balanza.
En algunos de estos Estados, la organización cívica “Mi Familia Vota” ha iniciado una campaña puerta a puerta para instar a los hispanos a registrarse y ejercer su derecho al voto.
Otras organizaciones, en cambio, han llamado al boicot como castigo a las promesas incumplidas de Obama.
Des de la Asociación de Latinos Electos y Designados (NALEO siglas en inglés) lamentan esta campaña a la no participación.
La directora de Asuntos Políticos y Legislatos, Laura Maristany, aseguró a Diario La Prensa que la inmigración no es la única preocupación de los hispanos a pesar que, en su última encuesta, esa la principal preocupación para el 51% de los participantes. 'En anteriores encuestas otras cuestiones como el empleo o la sanidad iban por delante', asegura.
Maristany confía que la participación aumente precisamente por 'el enfado con Obama'. La organización calcula que unos 7.8 millones de hispanos depositarán su voto en estas elecciones. Un aumento significativo que los 6.6 que lo hicieron en la última cita, en 2010.
Naleo destaca, también, el aumento de candidatos y de miembros del Congreso. Hasta el martes no se conocerá si el enfado por la derogación de la reforma ha hecho mella. En todo caso, la preocupación de los demócratas es un síntoma que la comunidad ya es un puntal clave en el sistema estadounidense. Muchos analistas, de hecho, consideran que el primer presidente hispano de EUA ya ha nacido.