Montevideo, Uruguay.
Para mí es un ídolo', dice Alcides Rodríguez, de 60 años, que se acercó el domingo hasta el lugar de votación del presidente uruguayo José Mujica, exguerrillero que alcanzó fama mundial por su estilo austero y su impulso a leyes como la regulación de la marihuana.
En el día en el que los uruguayos van a las urnas a elegir al sucesor de Mujica, que no puede ser reelecto porque la Constitución lo impide, el centro de votación del popular barrio del Cerro se preparó desde temprano para recibir a su estrella mediática.
Nilda Fusco también forma parte de los vecinos que fueron exclusivamente a ver votar a Mujica. 'Nosotros lo valoramos un montón porque es un hombre de pueblo. Todo el mundo lo quiere por su forma de ser. (...) Anda acá en el barrio como si fuera uno de nosotros. Es muy querido, no es el presidente, es el 'señor Pepe'', relató.
Nacido en el también popular Paso de la Arena, Mujica se inició en la militancia política en los cercanos Cerro y La Teja. Tras más de una década preso, se instaló en una chacra de Rincón del Cerro, zona rural de Montevideo donde planta flores y hortalizas y siguió viviendo tras asumir la Presidencia.
Liberato Cal, de 82 años, recuerda la época en que, de adolescentes, se juntaba con el hoy presidente en un taller de bicicletas y salían a entrenar en ciclismo, una de las pasiones del mandatario. 'Lo conozco de añares, me acuerdo que en la mochila siempre andaba con un libro', relata. 'Después cada uno empezó a trabajar y perdimos el contacto', añadió.
Mujica, que compite en estos comicios como candidato a senador, dejará a su sucesor, que asumirá en marzo de 2015, un país que suma once años consecutivos de crecimiento, con un desempleo en torno al 6% y una fuerte caída de la pobreza.
Cuestionado por la oposición por no haber cumplido con muchas de sus promesas de campaña, como una reforma educativa y mejorar la infraestructura, el mandatario admitió el viernes que siente 'el cansancio de un largo viaje' y que 'siempre quedan cosas' por hacer.
'El balance que lo haga el porvenir', declaró tras firmar banderas y alejarse en el 'Fusca' rodeado de simpatizantes que coreaban: '¡Vamo' el Pepe!'.
Para mí es un ídolo', dice Alcides Rodríguez, de 60 años, que se acercó el domingo hasta el lugar de votación del presidente uruguayo José Mujica, exguerrillero que alcanzó fama mundial por su estilo austero y su impulso a leyes como la regulación de la marihuana.
En el día en el que los uruguayos van a las urnas a elegir al sucesor de Mujica, que no puede ser reelecto porque la Constitución lo impide, el centro de votación del popular barrio del Cerro se preparó desde temprano para recibir a su estrella mediática.
Vea: Uruguay elige al sucesor de Mujica
A las ocho en punto de la mañana, el popular 'Pepe' llegó en su Volkswagen 'Fusca' celeste, acompañado de su chofer y su esposa, la senadora Lucía Topolansky.
Fue el tercero en la fila y votó rodeado de discretos custodias y decenas de cámaras. El tumulto lo siguió de regreso hasta su auto. Fue allí que Alcides Rodríguez lo encaró: 'Tome, presidente, para usted'. Le regaló un retrato hecho por él mismo, con la dedicatoria 'Al Pepe. Del Negro Bocha. Cerro'.
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Nilda Fusco también forma parte de los vecinos que fueron exclusivamente a ver votar a Mujica. 'Nosotros lo valoramos un montón porque es un hombre de pueblo. Todo el mundo lo quiere por su forma de ser. (...) Anda acá en el barrio como si fuera uno de nosotros. Es muy querido, no es el presidente, es el 'señor Pepe'', relató.
Nacido en el también popular Paso de la Arena, Mujica se inició en la militancia política en los cercanos Cerro y La Teja. Tras más de una década preso, se instaló en una chacra de Rincón del Cerro, zona rural de Montevideo donde planta flores y hortalizas y siguió viviendo tras asumir la Presidencia.
Liberato Cal, de 82 años, recuerda la época en que, de adolescentes, se juntaba con el hoy presidente en un taller de bicicletas y salían a entrenar en ciclismo, una de las pasiones del mandatario. 'Lo conozco de añares, me acuerdo que en la mochila siempre andaba con un libro', relata. 'Después cada uno empezó a trabajar y perdimos el contacto', añadió.
Mujica, que compite en estos comicios como candidato a senador, dejará a su sucesor, que asumirá en marzo de 2015, un país que suma once años consecutivos de crecimiento, con un desempleo en torno al 6% y una fuerte caída de la pobreza.
Cuestionado por la oposición por no haber cumplido con muchas de sus promesas de campaña, como una reforma educativa y mejorar la infraestructura, el mandatario admitió el viernes que siente 'el cansancio de un largo viaje' y que 'siempre quedan cosas' por hacer.
'El balance que lo haga el porvenir', declaró tras firmar banderas y alejarse en el 'Fusca' rodeado de simpatizantes que coreaban: '¡Vamo' el Pepe!'.