Fueron 18 días de angustia en los que el temple y la determinación del entrenador Ekkapol Chantawong fue la clave para mantener con vida a los 12 niños que estaban a su cargo el día en que quedaron atrapados en una cueva de Tailandia.
'Gracias por todo el apoyo moral, pido perdón a todos los padres', dijo el joven entrenador de 25 años en una carta publicada el sábado por los socorristas.
Tras la publicación de dos videos, el primero grabado cuando unos buzos británicos descubrieron al grupo el lunes por la noche y el segundo, el martes, no se ha vuelto a publicar ningún video.
Ekkapol Chanrtawong nació en Birmania y se quedó huérfano de padre y madre siendo muy joven por lo que se trasladó a vivir con su abuela. Antes de ser entrenador pasó varios años en el monacato budista, una experiencia que fue muy importante para dar serenidad a los chicos.
Fue la calma del ex monje llamado también Ake la que logró unir al grupo en espera de un milagro que llegó una semana después cuando fueron encontrados.
Al recibir las disculpas de Chantawong, los familiares le pidieron que no se culpara y que cuidara a los niños. El juró que así lo haría.
Esas palabras conmovieron a la comunidad tailandesa, grupo al que Ake no pertenece oficialmente. Lograr la nacionalidad tailandesa es una de las mayores esperanzas del exmonje quien comparte esa situación con tres muchachos del grupo.
En el país habitan casi medio millón de personas que no cuentan con un estado, cuya mayoría proviene de la zona de Mae Sai, cerca a la frontera con Myanmar, Laos y China. En la misma situación están tres de los jóvenes que estaban en la cueva.
'Lograr la nacionalidad es una de las mayores esperanzas para los chicos. En el pasado, han tenido problemas para viajar a partidos fuera de la región', explicó el presidente del club, Nopparat Khanthavong. Sin pasaportes, difícilmente puedan aceptar las invitaciones que han recibido, como de la FIFA o del Manchester United.
'Tampoco pueden ser futbolistas profesionales sin el estatus correcto', añadió, pero confía en que la situación cambiará, incluso a nivel de una política general que no solo refiera a sus casos.
Ahora sólo resta conocer la experiencia de los labios del propio Ake, quien hasta ahora es considerado 'un héroe' por mantener con vida a los 12 muchachitos.