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Tailandia: El peligroso momento que vivieron los rescatistas de los niños atrapados en cueva

  • 08 julio 2018 /

Aún quedan seis niños y un adulto a la espera de ser rescatados, pero la operación es de una complejidad muy elevada.

Tham Luang, Tailandia

Angostos pasadizo por donde solo cabe una persona y hasta sería complicado respirar. Las tareas para librar a 13 personas atrapadas dentro de una cueva en Tailandia dieron como resultado el rescate de cuatro menores.

Un contingente internacional formado por 18 buzos se adentró en la mañana del domingo en las grutas con la determinación de regresar acompañados de las víctimas, doce niños de entre 11 y 16 años y un adulto de 26.

El plan elegido es uno de los más arriesgados, ya que implicará que los menores buceen en algunos momentos, pese a que algunos ni siquiera saben nadar.

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La decisión y puesta en marcha del operativo la ha precipitado la llegada de las lluvias del monzón, que volverían a inundar las cuevas y dificultarían todavía más el rescate. En las circunstancias actuales, la mayoría del recorrido de llegada y salida de la gruta en la que están los menores se puede hacer a pie.

Once horas para el rescate

En cualquier caso, el rescate es de alta complejidad. Se requieren algo más de cinco horas para llegar hasta la posición en la que está el grupo, por lo que la operación ascenderá a un total de once horas entre la ida y la vuelta. El primer niño podría salir en torno a las cinco de la tarde hora española.

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En el camino se deben recorrer 1,7 kilómetros con visibilidad nula y corrientes de agua. En los tramos en los que es necesario bucear el agua es turbia, por lo que tampoco se consigue ver con claridad.

En algunos de los tramos más estrechos la cueva tiene unos 70 centímetros de ancho y unos 40 de altura. Este será el paso más crítico, el de mayor dificultad junto a aquellos en los que se tenga que bucear.

Los menores, muchos de los cuales antes del rescate no sabían nadar, han recibido un curso intensivo sobre el manejo de los equipos de inmersión.

Durante la misión se utilizarán máscaras especiales que cubren toda la cara y les permiten respirar de manera natural, además de comunicarse con los equipos de salvamento.

Los expertos buzos, quienes alertaban del riesgo de la misión pero aseguraban que era la vía más factible, permanecerán en todo momento unidos a los niños para guiarles.