El izquierdista Andrés Manuel López Obrador es favorito a ganar las presidenciales en México el próximo domingo, pero su probable victoria abre interrogantes sobre la crucial relación con Estados Unidos.
¿Cómo ve Washington el vínculo con AMLO, como todos llaman al candidato mexicano? Expertos señalaron a AFP cinco aspectos a considerar.
Más confrontación
Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, otro centro de reflexión estadounidense, coincidió: 'Se espera que un gobierno de AMLO sea menos complaciente en general con las demandas del presidente Donald Trump y con sus declaraciones agresivas e insultantes sobre México y los mexicanos'.
'La relación será menos blanda', sentenció Francisco González, especialista en Latinoamérica de la universidad estadounidense Johns Hopkins. Pero AMLO es 'pragmático' y la posibilidad de que tome 'decisiones concretas' para distanciarse de Estados Unidos 'es muy remota', añadió.
TLCAN e inmigración: los grandes ejes
'Si se logra un acuerdo sobre el TLCAN antes del 1 de diciembre, que es cuando AMLO debe asumir, y si para entonces la situación en la frontera está en calma, habrá más espacio para una relación más positiva', dijo.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México y AMLO ya dijo que apoya el TLCAN.
'Él ha subrayado, correctamente, que buscará establecer una relación constructiva y respetuosa con Estados Unidos', dijo Arturo Sarukhan, exembajador de México ante Washington, al advertir los riesgos de centrar la agenda bilateral en hacer que 'Trump respete a México'.
Similitudes
'AMLO se parece mucho más a Trump que su antecesor', dijo Pereira, una idea que Wayne y Shifter comparten.
Tanto AMLO como Trump 'son nacionalistas que protestaron contra el orden establecido y los partidos políticos tradicionales. No están interesados en aprender detalles de las políticas. Han mostrado intolerancia', señaló Shifter.
Sin embargo, marcó, al igual que González, una diferencia clave: AMLO, exalcalde de Ciudad de México, es un político de raza, en carrera por la Presidencia por tercera vez, mientras que Trump, como magnate inmobiliario con fama mediática, es un novato en estas lides.
Según los expertos, dos temas darían margen para un entendimiento AMLO-Trump si la volatilidad de la cuestión fronteriza no empaña el vínculo: ambos quieren un aumento de salarios en México y ambos favorecen una mayor cooperación para lidiar con los problemas de seguridad en Centroamérica, combustible de la migración.
México primero, Venezuela quizás
¿Tomará la bandera de Venezuela, como hasta ahora hizo Peña Nieto, liderando el llamado regional a una 'restauración de la democracia', como insiste Washington?
'No lo veo volcándose a defender la democracia a nivel internacional', dijo Pereira. 'Se va a enfocar en los temas internos'.
'Espero que México continúe desempeñando un papel constructivo hacia Venezuela. Muchos de los críticos de AMLO están preocupados de que no lo haga. Quiero darle el beneficio de la duda', dijo Wayne.
'Incertidumbre'
'Temen por las inversiones estadounidenses en México', señaló González, desestimando sin embargo este miedo: AMLO 'sabe que la falta de confianza de los empresarios golpearía la economía mexicana fuertemente', dijo.
'Para muchos, su pedido de amnistía para los jefes narcotraficantes hace unos meses fue bastante alarmante', dijo Shifter, para quien aunque el discurso de AMLO se moderó 'notablemente' sigue generando 'considerable incertidumbre'.
'La administración y el Congreso estadounidenses lo ven como una amenaza porque hasta ahora el PRI y el PAN, los partidos tradicionales mexicanos, jugaban dentro de las reglas, pero con AMLO todavía no se sabe concretamente qué hará', dijo Pereira.
Su anuncio de una revisión de los contratos de energía, por ejemplo, 'es una gran preocupación para Estados Unidos', añadió.
'Hay poca precisión y muchos claroscuros e incertidumbre' sobre su agenda, dijo Sarukhan.
Washington recién está preguntándose sobre sus políticas, apuntó Wayne. 'Hay mucha ambigüedad acerca de lo que va a hacer', dijo.